La asamblea de delegados de UGT-Euskadi abordó ayer en Gasteiz los temas del diálogo social y la negociación colectiva, con la presencia del secretario general de UGT, Cándido Méndez y del de UGT-Euskadi, Dámaso Casado.

Casado denunció «el veto de ELA» al diálogo social y criticó que «el Gobierno Vasco no haya tomado iniciativas hasta ahora para desbloquear este diálogo social». Asimismo, advirtió de que el 58% de los trabajadores de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa sigue sin convenio colectivo. La asamblea también abordó el problema de la siniestralidad laboral. Casado recordó el accidente laboral mortal ocurrido el lunes en Laudio, y exigió a Lakua que ponga en marcha un decreto aprobado en enero para que todos los centros de trabajo tengan una máquina desfibriladora que pueda ser usada por personal no sanitario.

Por su parte, UGT de Nafarroa demandó una «alternativa de desarrollo económico, social y medioambiental» para hacer frente a los problemas existentes y apostó por un Plan Estratégico para todo el tejido productivo navarro.