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Abel, Mendilibar y el cuento de la deportividad

Manex ALTUNA

Abel Resino se quejó el domingo de la falta de deportividad que tuvo el Athletic en el segundo gol de Aduriz. Tiene su gracia que el ex portero del Atlético apele al juego limpio cuando en su trayectoria nunca se ha caracterizado por esa cualidad. Al contrario, la temporada pasada no tuvo ningún reparo en presionar a los estamentos arbitrales con las supuestas ayudas que recibía el Athletic por parte de Villar, y para esta campaña ha fichado para su equipo a tres futbolistas italianos como Storari, Bruno y Riganó que se dedican a la marrullería durante todo el partido. Además, lo ocurrido en la jugada no deja lugar a dudas. El central del Levante Bruno perdió el balón en el centro del campo y se tiró al suelo para intentar parar el contraataque de los rojiblancos. Aduriz siguió con la jugada sin percatarse de lo sucedido y marcó. Y que quede claro, aunque se hubiera dado cuenta hizo bien en seguir.

Porque es necesario acabar cuanto antes con esta trampa de los jugadores que pasan de «morirse» sobre el campo para parar un ataque rival a «resucitar» en la siguiente jugada. Eso no tiene que ver nada con la deportividad, es justo todo lo contrario. Mendilibar es el único técnico que habla claro y advierte a sus rivales que su equipo no lanzará la pelota fuera porque es responsabilidad del árbitro detener el partido. Son los que tienen potestad de hacerlo y los que deben decidir si los jugadores sufren alguna lesión o están fingiendo, que es lo que ocurre en la mayoría de los casos.

La distinta visión que tienen los dos técnicos de los lances de los partidos se traslada a sus equipos. El Levante de Abel es colista por deméritos propios y salvo que fiche a tres jugadores desequilibrantes en el mercado de invierno, tiene muchos boletos para bajar a Segunda. El Athletic jugó su peor partido en lo que va de temporada, le dejó hacer lo que quiso regalándole hasta un penalti y aún así se llevó los tres puntos. Osasuna juega esta noche en Iruñea con los levantinos y ojalá les endose una goleada, porque tanto los navarros como los rojiblancos tienen que alejarse cuanto antes del descenso.

El Valladolid de Mendilibar será probablemente otro de los equipos que estará en la segunda mitad de la tabla. Es un recién ascendido y como reconoce el de Zaldibar, le falta «la calidad que da el dinero». Tiene un equipo que está compuesto por «24 albañiles» y se nota porque saben a lo que juegan. El conjunto de Pucela está siendo uno de los mejores equipos en este arranque de campeonato. El domingo puso contra las cuerdas al Madrid. En Valladolid le han dado la confianza que necesita cualquier proyecto deportivo y está consiguiendo resultados. Es lo que le faltó en Bilbo, ya que a las primeras de cambio se dudó sobre su validez. Esperemos que los rectores de los clubes vascos aprendiesen la lección.

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