Quería escribir esta carta en defensa de la chavalería de Ordizia y en realidad en defensa de todos esos jóvenes que todavía hoy tienen conciencia y pelean contra las injusticias y por la pacha mama. En el parque de Oiangu (Ordizia) han empezado a tirar arboles a golpe de excavadora para construir un campo de golf. Antes, este parque era un sitio idílico para poder ir con los amigos a pasar el día merendando bajo árboles centenarios, un sitio muy bonito y público. Ahora, donde había árboles pondrán banderitas y hoyos para disfrutar de este deporte que aquí nadie practica y que no está al alcance de todos.

El día en que empezaron las obras, cuadrillas de chavales subieron a ver el desastre y el paisaje era desolador. A algún chaval, al ver semejante daño se le ocurrió quitar alguna estaca de acotación de la obra delante de todo el mundo mientras gritaba a los responsables de la empresa constructora. Tuvo que salir corriendo porque un agente de seguridad casi lo estampa contra el suelo y más tarde toda la cuadrilla fue identificada por la Ertzaintza por un supuesto delito de «daños». ¿Daños? El verdadero daño lo están haciendo a golpe de excavadora entre empresas y ayuntamientos, destruyendo nuestros valles, mientras el Gobierno Vasco y los ayuntamientos organizan hipócritamente «semanas sostenibles» y se lavan la cara con anuncios verdes... Yo no me lo creo. ¡Basta ya! ¡Defendamos la madre tierra!