crónica | robosdel cableado telefónico
Como antaño, en Aia están sin teléfono, ni internet, ni fax...
Se ha convertido sin duda en el tema de conversación estrella entre los vecinos y vecinas de Aia, que ayer se mostraban atónitos al conocer que nuevamente, por sexta vez en los últimos doce días, habían robado cable telefónico. Muchos residentes no disponen de servicio telefónico, ni fijo ni móvil, ni de internet, ni de fax...
Maider EIZMENDI
Aproximadamente 400 metros de cableado telefónico se llevaron en esta ocasión. Los vecinos de Aia se despertaron ayer con la noticia de este nuevo robo y no podían esconder su asombro y su indignación. Desconocen aún cuándo dispondrán de línea telefónica y, de tenerlo, si será definitivo o no. Y es que en las últimas semanas, al igual que en otros municipios como Zaldibia, Amezketa o el valle de Larraun, han robado cableado telefónico hasta en seis ocasiones en esta localidad guipuzcoana, por lo que en este tiempo, un día sí y otro también, los aiarras han estado telefónicamente incomunicados.
Al parecer, la finalidad de los autores de estos hurtos es la venta del cobre que contiene el cableado, debido a que el precio de este material se ha multiplicado en los últimos años.
En Aia, alrededor de 800 vecinos se han visto afectados por los hechos. «Desde el sábado no tenemos línea y nos lo habían instalado el viernes, tras estar varios días sin servicio», explicó a GARA Manoli Telleria, que pide tanto al Ayuntamiento como a Telefónica que trabajen para dar solución a la situación, «porque esto es inadmisible».
Ana Lasa sí dispone de línea telefónica e internet en casa; sin embargo, se ha visto afectada su línea de teléfono móvil. Se lo toma con humor -«qué remedio»-, y poniendo buena cara al mal tiempo dice «que sin móvil tampoco vivo tan mal, la situación de otras personas es mucho peor».
El alcalde de la localidad, el jeltzale Igor Iturain, no podía esconder su enfado ante la situación. Relató que la carencia de telecomunicaciones ha generado daños directamente e indirectamente, ya que el funcionamiento de los servicios públicos también se ha visto afectado: entre otros, el del Ayuntamiento, el de la Casa de Cultura, el del Juzgado de Paz y el del ambulatorio. En el Consistorio, por ejemplo, los trabajadores, que no disponen de teléfono, de internet ni de fax, trabajaban ayer adelantando lo posible, pero aseguraban que muchos de sus cometidos no los podían realizar. «Además, aunque sea cu-rioso, la gente llama y salta el contestador, pero nosotros ni oímos ni podemos responder a la llamada», afirmaba una de las trabajadoras.
«Servicio deficiente»
«Además, las oficinas de Kutxa, la farmacia, la escuela, pequeñas tiendas y empresas han sufrido las consecuencias», apuntó el alcalde. Por ello, exigió un inmediato restablecimiento de la línea, al tiempo que criticó el servicio dado hasta el momento por Telefónica. «Ha prestado una deficiente reparación a su infraestructura, a pesar de la advertencia por parte del Ayuntamiento de la gravedad de los hechos. A nosotros no nos vale que nos digan que no pueden acudir porque están reparando el cableado en otra localidad; si es preciso que contraten a más trabajadores». También criticó el trabajo de la Ertzaintza: «Se ha demostrado que lo que han hecho hasta ahora no ha resultado efectivo, porque han robado cableado en seis ocasiones en un tramo de cuatro kilómetros». Aseguró que los vecinos se muestran indignados y acuden al Ayuntamiento pidiendo soluciones, «como es lógico». Para dar respuesta a las quejas de los vecinos y vecinas han decidido configurar una lista de afectados para hacérsela llegar a Telefónica.
Hay, sin embargo, quien ha optado por dirigirse a la empresa telefónica directamente, como es el caso de Edurne Muñoz, quien lleva alrededor de diez días sin teléfono ni internet. «Lo que me han dicho es que si no utilizo el teléfono, en la siguiente factura no lo tendré que pagar». En lo que respecta a internet, recuerda que hay gente que trabaja desde casa a través de la red y que desde que comenzaron los problemas no puede hacerlo. Muñoz comentaba que muchos de los vecinos ya se toman a «cachondeo» lo que sucede, «porque un día tenemos teléfono y al día siguiente no».
Los empleados de Telefónica trabajaban al mediodía restableciendo el cableado robado. Sin línea seguían también ayer decenas de clientes en Amezketa, donde en las últimas semanas se han registrado varios robos.