Tan sólo un 20% de los comerciantes se suma al proyecto de reforma de la Ribera
Tan sólo 35 de los 183 comerciantes del mercado de la Ribera se han sumado al proyecto de reforma que impulsa el Consistorio bilbaino y la sociedad gestora de la plaza, lo que supone un 20% de quienes tenían que abonar un cuarto del coste de los trabajos de rehabilitación.
Agustín GOIKOETXEA |
Los planes del Ayuntamiento de Bilbo para el emblemático mercado de la Ribera se tambalean después de que sólo 35 de los 183 adjudicatarios de los puestos de venta hubieran abonado o avalado el pasado lunes, día en el que terminaba el plazo para confirmar que se adherían o no, el 25% del coste de la reforma.
El desembolso parcial para un puesto de 15 metros cuadrados era de 17.290 euros, una cantidad que ha retraído a los profesionales, que son sobre los que recae el mayor peso a la hora de afrontar el pago de los 17,9 millones de euros que, por ahora, costarán las obras. El Ayuntamiento aporta 3 millones de euros y el Ejecutivo de Lakua 1,2. La desviación del presupuesto -denunciada por ANV- ha crecido desde que fuera presentado públicamente en junio de 2004 en más de 7 millones de euros.
Esta respuesta de los comerciantes al proyecto elaborado por el Consistorio y la sociedad gestora de la plaza de abastos bilbaina lo pone en riesgo y coloca en muy mala situación a los responsables municipales y de la junta, que no terminan de lograr sacar adelante unos planes que comenzaron a gestarse, en una primera fase, con Josu Ortuondo como alcalde. En los últimos años, el actual primer edil, Iñaki Azkuna, ha venido reiterando sucesivos órdagos a los comerciantes, que no acaban de cuajar. Uno de los últimos hizo referencia a que el popular mercado no pasaría una inspección sanitaria.
El futuro de la que es la plaza de abastos más grande de Europa está en entredicho o, por lo menos, el proyecto millonario promovido por el equipo de gobierno PNV-EB. Una vez que Ayuntamiento y sociedad gestora digieran los datos, tendrán que plantear una solución para un equipamiento municipal que tiene gran aceptación entre bilbainos y vizcainos.
Tantas dudas ha generado la viabilidad del proyecto que ni la totalidad de los componentes de la sociedad gestora del mercado de la Ribera se ha adherido a la reforma que ellos han promovido.
Las voces críticas con los actuales planes municipales han venido reivindicando un modelo de gestión mixto, abierto y transparente para abordar un proyecto de futuro viable para los comerciantes.
Vecinos y comerciantes temen que haya intereses «ocultos» que busquen ubicar en el mercado diseñado por Pedro Ispizua, en 1929, alguna cadena de ocio o alimentación en el espacio que quedará libre tras la reforma.