Más de 170 personas fueron detenidas por la Policía por manifestarse delante de la base naval de Faslane (Escocia), puerto de atraque de los submarinos nucleares del Ejército británico.

Cientos de personas llegadas de todo el mundo, sin olvidar a muchos parlamentarios del partido nacionalista escocés, en el Gobierno, participaron en la protesta. Algunos de ellos se encadenaron a la puerta de acceso a la base. Otros tantos trataron de bloquear los accesos.

Un millar de personas han sido detenidas en lo que va de año en protestas.

El ex primer ministro británico, Tony Blair, anunció en diciembre un plan para remozar la fuerza nuclear británica, incluyendo la construcción de nuevos submarinos equipados con misiles balísticos nucleares Trident, proyecto valorado en 300.000 millones de euros.