En protesta por el dictamen del Tribunal Supremo paquistaní que, avaló la posible reeleción de Pervez Musharraf sin necesidad de que éste renuncie a su cargo como jefe del Ejército, 85 parlamentarios del Movimiento de todos los Partidos para la Democracia (APDM), la principal alianza opositora, presentaron ayer su dimisión.

«La candidatura del presidente es ilegal y anticonstitucional», resaltó Liaquat Baloch, miembro de esta alianza a la hora de explicar los motivos de esta dimisión en pleno. En este sentido, Zafar Ali Shah, líder de la Alianza Democrática de Todos los Pasquitaníes, subrayó que «no será fácil para el dictador Musharraf ganar las elecciones presidenciales. No habrá legitimación a su `éxito' cuando el Parlamento y las cuatro asambleas provinciales estén desiertas debido a nuestras dimisiones». En esa línea, el dirigente de la Liga Musulmana Javed Hashmi afirmó que los 85 diputados «han hecho este sacrificio en interés de Pakistán. Se trata de un momento decisivo».

Según la Constitución, el presidente es elegido por el Poder Legislativo -formado por la Asamblea Nacional y el Senado-, además de por las cuatro asambleas provinciales.

Por su parte, los diputados seguidores del juez retirado Wajihuddin Ahmed y Makhdoom Amin Fahim, vicepresidente del partido de la ex primera ministra Benazir Bhutto, el Partido Popular de Pakistán (PPP), volvieron a presentar dos recursos en el Tribunal Supremo en los que alegan que el mandatario no tiene derecho a presentarse porque no ha abandonado la Jefatura del Ejército. «Estamos esperanzados. Tenemos fuertes argumentos», destacó el diputado Tariq Mahmood.