STUTTGART 0

BARCELONA 2

El Barcelona dio un paso de gigante para encaramarse como líder de su grupo, posición por la que deberá pelear con el inesperado Rangers, que barrió al Olympique de Lyon en su visita al campeón de la competición liguera en el Estado francés.

Los de Rijkaard resolvieron el choque en tierras germanas cuando estaban pasando por su peor momento. La verdadera alma máter del conjunto culé, Carles Puyol, al que en principio había reservado su técnico pero que tuvo que saltar al terreno de juego por la lesión de Rafa Márquez, encarriló la victoria tras resolver un rechace de Schäfer a la salida de un corner, entre una nube de rivales apenas iniciada la segunda parte.

Curiosamente, el bravo capitán tuvo que ser sustituido con posterioridad al sufrir un tirón muscular tras forzar en un despeje. Como no podía ser de otra manera, el 0-2 lo redondeó un enrachado Messi, que lleva acumuladas cinco dianas seguidas en otras tantas actuaciones.

Pero la comodidad con la que jugó el Barça a partir de ponerse por delante en el marcador -hasta Bojan pudo convertirse en el goleador más joven de la historia de la Champions- contrasta con el sufrimiento que le hizo pasar un Stuttgart que le apretó las clavijas en el último cuarto de hora de la primera parte y que se disolvió como un azucarillo tras el gol encajado.

Del inicial dominio de los blaugrana, obligados por la pléyade de estrellas que saltaron de inicio en el once titular, y que se materializó en un tiro al palo de Deco apenas cumplidos cuatro minutos y varias incursiones de «La Pulga», se pasó a que los actuales campeones de la Bundesliga llevaran la iniciativa y generaran varias ocasiones de manera consecutiva.

El máximo artillero de la temporada pasada y de padre granadino, SuperMario Gómez, se convirtió en una auténtica pesadilla para la zaga catalana por su corpulencia y rapidez en el remate. El que fuera un auténtico desconocido hasta hace un año -ni siquiera la Federación Española estuvo al quite para convocarle con su selección- tuvo su mejor ocasión en el descuento del primer periodo en sendos cabezazos que sacó magistralmente Valdés y que pudieron variar el rumbo del partido.

Pero el forzosamente reaparecido Puyol salió al rescate de su escuadra, en una noche en la que Ronaldinho volvió a formar parte del equipo inicial, si bien su protagonismo fue decayendo a medida que transcurrieron los minutos. Ahora mismo, en el corral culé hay muchos gallos que pueden suplir con solvencia a «El Gaucho», que deberá recuperar su buena forma para poder competir con ellos.