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VISITA DEL REY ESPAÑOL AL AERÓDROMO

Ablitas acoge prácticas del Ejército casi a diario

A apenas diez kilómetros del polígono de tiro de las Bardenas pero a años luz del conocimiento de la opinión pública se halla el aeródromo de Ablitas. La visita ayer del rey español reveló su existencia a muchos, pero Ablitas acoge ejerci- cicios de vuelo y paracaidismo casi a diario, según indicaron responsables de las maniobras frustradas por el aguacero.

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Ramón SOLA

Ablitas es el tercer pueblo más al sur de Euskal Herria. En la carretera que llega a él des- de Tutera había ayer un movimiento incesante de vehículos del Ejército español y la Guardia Civil. Apenas tres kilómetros más allá de la capital ribera, un cruce marca la entrada a un aeródromo cuya existencia sólo ha saltado a la luz pública de modo puntual, cuando se produce algún accidente. En el recinto, apenas un par de pequeños edificios y una pista de tierra de alrededor de un kilómetro de longitud. Este lugar recóndito y normalmente abrasado por el sol ayer acogió la visita del rey español... y un diluvio. Y el evento permitió descubrir datos como que en este lugar el Ejército realiza maniobras de modo semanal, «prácticamente a diario» según indicó uno de los responsables informativos de los ejercicios frustrados por el temporal.

Aunque parezca paradójico, la precariedad de medios del aeródromo hace de Ablitas un enclave idóneo para que el Ejército ensaye operativos que luego ejecutará en lugares como Afganistán. Una de sus «virtudes» estriba en ser «el único aeródromo militar de España que tiene pista de tierra», lo que permite recrear las condiciones que se encontrarán luego en enclaves como Herat. Y eso hace que todas las semanas se realicen allí ejercicios, básicamente de dos tipos: «Tomas de tierra y despegue de aviones» y «saltos en paracaídas», detallaron. Los soldados que allí se ejercitan proceden habitualmente de la base de Zaragoza, que dista sólo unos 90 kilómetros de Ablitas, pero en la visita de ayer se confirmó que tropas de otros países de la OTAN lo han usado a veces.

Nada de esto trasciende habitualmente. El aeródromo de Ablitas sólo ha sido noticia en los últimos años por el siniestro que, hace ahora quince meses, hizo que se desprendiera de un avión una caja de casi 2.000 kilos de peso; al caer sobre el tendido eléctrico, dejó sin luz a más de 4.000 familias riberas. El incidente sacó a la luz que las maniobras militares en Erribera no se centran sólo en el espacio del polígono de las Bardenas.

Una semana de maniobras

Estos últimos días, las localidades vecinas han constatado un trasiego especialmente intenso de aeronaves. Durante toda una semana se han realizado los ejercicios denominados Ablitas 07, que tenían ayer su último capítulo con la visita real. La inmensa explanada que rodea a la pista de aterrizaje ha visto crecer tiendas de campaña camufladas, radares, equipos electrónicos y diverso armamento. Se trataba de simular el despliegue de una Agrupación Aérea Táctica Expedicionaria como la implantada por el Ejército en Herat. Y en ese área debían llevarse a cabo ayer los ejercicios de vuelo -con el máximo jefe de los ejércitos españoles como invitado- que los aguaceros terminaron saboteando.

En el ejercicio debían haber participado cerca de 250 soldados llegados de Zaragoza o Murcia. Esta semana la fisonomía del aeródromo ribero ha cambiado de modo radical: habitualmente allí sólo está establecido un pequeño destacamento «de seguridad».

Mientras se esperaba la llegada del rey español, los responsables militares dejaron claro también a los periodistas que no tienen noticias sobre planes de conversión del aeródromo en instalación meramente civil. Hace un año se dio a conocer que en el Plan General de Ordenación Urbana de Tutera se contemplaba la hipótesis de que el aeródromo pudiera convertirse en aeropuerto en un futuro. El alcalde de UPN, Luis Casado, ya matizó entonces que ni siquiera sabía si había una intención concreta de que así fuera por parte del Gobierno navarro. La previsión del PGOU no pasa de ser, por tanto, una idea en un papel. En cualquier caso, en la actualidad de Ablitas ya parten puntualmente vuelos de carácter civil, por ejemplo helicópteros para visitas turísticas. Y los responsables de las maniobras apuntaron a GARA que «desde luego aquí no cabe un avión comercial. La pista es demasiado pequeña».

Hoy volverá a hacerse el silencio sobre este aeródromo, eclipsado por el vecino polígono de tiro de las Bardenas, que como ocurre con la pista de tierra de Ablitas tiene también una especificidad a nivel estatal que hace que el Ejército lo sitúe como especialmente valioso: es el único en que sus aviones, o los de la OTAN, pueden hacer ejercicios con fuego real. Este es el argumento que lleva al Gobierno español a negarse sistemáticamente a desmantelarlo, con la complicidad de algunas autoridades locales.

Gayarre y Sanz

Entre quienes ayer acudieron a saludar al rey español estaba el presidente de la Junta de Bardenas y ex diputado de UPN, José Antonio Gayarre, que recientemente ha confirmado que el Ministerio de Defensa sigue sin hallar el emplazamiento alternativo al que se comprometió en 2001. En aquel año caducó el convenio que permitió al Estado español usar militarmente el territorio durante un interminable medio siglo, pero la ma- yoría de la Comunidad de Bardenas aceptó firmar otro acuerdo hasta el último día de 2008, a cambio de un canon sustancialmente mayor. Nadie pone en duda de que el año que viene puede volver a ocurrir lo mismo.

También apareció, aunque sólo al final de la mañana, el presidente navarro y de UPN, Miguel Sanz, y otras autoridades como la presidenta del Parlamento, Elena Torres; el delegado del Gobierno español en Nafarroa, Vicente Ripa; o el fiscal jefe de la Audiencia de Iruñea, Javier Muñoz. Y junto a Juan Carlos I -que llegó en coche y no en helicóptero por el temporal- estuvo además en Ablitas la cúpula militar española: Carlos Villar, jefe del Estado Mayor del Ejército, y José García de la Vega, jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire.

Desde 1936: Una larga historia desconocida

1936

La pista de aterrizaje, de tierra, se construye en el año en que se inició la guerra. Se ubica a tres kilómetros de Tutera y otros tantos de Ablitas, y también a media distancia entre Iruñea y Zaragoza, en una amplia planicie.

1967

El aeródromo es adquirido oficialmente por el Ministerio de Defensa franquista, a fin de complementar la instalación vecina del polígono de tiro de las Bardenas, que lleva entonces únicamente dieciséis años en ejercicio, desde 1951.

1997

Una persona fallece al caer a tierra, por un fallo en los anclajes, desde una aeronave Mudry, con la que realizaba un vuelo de familiarización. Estaba realizando un giro de 360. El avión siguió sin control

2006

El 5 de abril, desde un avión militar que realizaba un simulacro de lanzamiento de abastecimiento de víveres se desprende una caja de 2.000 kilos que impacta contra el tendido eléctrico, muy cerca del hospital de Tutera. Quedan sin luz 4.400 abonados.

Una «Operación de paz» con bombardeos desde F-18 que quedó frustrada por la lluvia

El rey español se tuvo que conformar con visitar la llamada Agrupación Aérea Táctica Expedicionaria, un campamento levantado en una semana y que ayer quedó convertido en un barrizal por virulentos chaparrones. La idea era que ése fuera el escenario de unas maniobras aéreas que incluían despliegue de aviones Hércules, F-18, Boeing 707, Eurofighter y Mirage F-1M, con simulacros de bombardeos y saltos de paracaidistas. Pero la acumulación de nubes muy bajas obligó a suspenderlo todo; sólo unos F-18 pasaron a gran velocidad entre un mar de hubes.

Minutos antes, el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, Francisco José García de la Vega, se había acercado a los periodistas para asegurar que lo que iban a presenciar era parte de una «operación de paz». Pero el guión adelantado a la prensa y finalmente abortado por la lluvia incluía acciones como «bombardeo por parte de dos F-18 contra una batería antiaérea localizada al norte de la pista. Explosiones controladas simularán el impacto del armamento. La batería antiaérea se enfrentará con los aviones atacantes».

El objetivo del ejercicio se definía así: «Proyectar una Agrupación Aérea Táctica Expedicionaria a una distancia de la Península Ibérica superior a los 4.000 kilómetros. El supuesto es que una crisis de carácter territorial está provocando en el país M movimientos xenófobos que amenazan la seguridad e integridad de los extranjeros. Nuestro gobierno ha decidido evacuar a los residentes españoles del país M, para lo que ha alcanzado un acuerdo bilateral con el gobierno del país B, vecino del anterior, a fin de establecer una Agrupación Aérea Táctica Expedicionaria».

Finalmente, Juan Carlos de Borbón se tuvo que conformar con visitar varias tiendas de campaña, ensuciarse de barro el uniforme, posar ante las cámaras y degustar un aperitivo, ya a cubierto, en el que brindó «por España» entre aplausos de las autoridades. R.S.

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