Algo pasaba. No era normal que la notificación sobre el resultado de un contraanálisis se demorara tanto en el tiempo. Iban Mayo, que siempre ha defendido su inocencia, guardaba por ello una pequeña esperanza, tal y como afirmó hace unas semanas en la salida de la marcha ciclista organizada por la peña que lleva su nombre.

El caso es que la Federación Española de Ciclismo informó ayer al abogado del ciclista de que la Unión Ciclista Internacional (UCI) le ha confirmado que los resultados del contraanálisis indican el negativo de Iban Mayo. O lo que es lo mismo, que esos resultados anulan el «positivo» con EPO que se le atribuyó al de Igorre en el control realizado el 24 de julio con motivo de la segunda jornada de descanso del Tour de Francia.

Saunier Duval, el equipo de Mayo, tuvo conocimiento oficial de ese presunto «positivo» el 30 de julio, por lo que a partir de ese momento, a la espera del contraanálisis, decidió apartar cautelarmente al corredor de la plantilla. El ciclista vasco en activo más laureado, con 23 victorias en ocho temporadas como profesional, tenía ante sí la amenaza de una sanción de dos años sin competir y cuatro sin poder fichar por un equipo UCI Pro Tour. Ésa era la sanción estipulada en caso de que el contraanálisis confirmara el primer resultado de la muestra recogida en el Tour de Francia.

Pero la notificación de dicha prueba se demoró hasta ayer, una tardanza que hacía presagiar que algo no encajaba. La muestra realizada en la ronda gala por responsables del laboratorio antidopaje de París fue enviada a Gante para que fuera cotejada, pero los análisis de los belgas daban negativo, volviendo a quedar en evidencia que el sistema utilizado para detectar EPO no es fiable al cien por cien.

Esa muestra viajó posteriormente hasta el Centro de Análisis de Australia, donde también dio negativo, por lo que ya no quedaba lugar a la duda: Mayo estaba limpio, pese a que su nombre ya ha quedado manchado. Y no es la primera vez que ocurre, puesto que el pasado 14 de junio «La Gazzeta dello Sport» filtró un no positivo por testosterona en el Giro, donde había ganado una etapa. La UCI lo desmintió al día siguiente, pero Mayo ya estaba en la diana.

«Siempre he creído en él»

La presunción de inocencia del vizcaino, que fichó este año por Saunier Duval y que volvía así a estar cerca de su mentor Sabino Angoitia, fue defendida por su equipo desde el primer momento. Prueba de ello es que, horas después de ese triste 30 de julio en el que la UCI comunicó el «positivo» al equipo, Josean Fernández Matxin, director de Saunier Duval, defendió la honestidad del corredor. «Siempre he creído en Mayo y sigo creyendo en él», dijo entonces.