La fotografía del Consistorio cerrado a cal y canto para los vecinos del pueblo y rodeado por dotaciones de la Ertzaintza para salvaguardar la entrada no dejaba lugar a dudas sobre las intenciones de los miembros de la Comisión Gestora. El horario y el día en el que había sido convocado el pleno, tampoco. Pero ni el frío ni el viento ni la obligación de madrugar hicieron disuadir a la treintena de simpatizantes y cargos electos de la izquierda abertzale que estaban concentrados para las 7.40 en la entrada del Ayuntamiento. Pretendían únicamente acceder a la sesión plenaria y volver a denunciar la situación que se vive en Ondarroa, donde la fuerza que obtuvo la mayoría absoluta no ostenta representación legal por decisión de los tribunales españoles.

El presidente de la Comisión Gestora, Félix Aranbarri, tenía otros planes. Quería impedir a toda costa su entrada y notificó al jefe de la Policía Municipal que el pleno se iba a celebrar sin presencia de público para que se lo trasladara a las personas allí congregadas. Las puertas del Consistorio se encontraban cerradas con llave desde las 7.30, impidiendo el paso a todo el que se acercara. El resto de miembros de la Gestora, según se sabría luego, habían sido citados directamente en la comisaría de la Ertzaintza.

Aún así, los concentrados consiguieron acceder a la entrada del Ayuntamiento cuando los municipales abrieron las puertas al personarse la primera dotación de la Ertzaintza. Los agentes autonómicos se pusieron nerviosos y reclamaron a su superior refuerzos a través del teléfono móvil. En menos de cinco minutos una veintena de beltzas con porras se colocaban ante la puerta de entrada.

Tras escuchar por boca del jefe de la Policía Local que el pleno se iba celebrar sin público y ser instados por los ertzainas a abandonar el lugar, las personas que pretendían entrar al pleno accedieron a salir para realizar fuera su protesta. Fue entonces cuando comenzaron los golpes y empujones, acompañados de expresiones chulescas.

«Felix lapurre»

Poco después, y tras optar por concentrarse tras una pancarta en la que se podía leer «Ondarrutarron erabakia bete, lapurretarik ez» y mostrar panfletos en los que se reivindicaban los seis concejales más la Alcaldía para EAE-ANV, los uniformados arremetieron a porrazos contra los congregados, entre los que se encontraban personas de avanzada edad, causando media docena de contusionados. Les conminaron a realizar la protesta en el aparcamiento adyacente al Consistorio.

A las 8.05, y tras despejar la Ertzaintza la zona, Félix Aranbarri salía a todo correr del Ayuntamiento acompañado por el secretario de la Comisión Gestora y escoltado por dos agentes encapuchados. Los simpatizantes de la izquierda abertzale respondieron a su fuga con gritos como «Felix lapurre, espainolen txakurre», y calificaron la actuación de la Comisión que preside de «golpe de Estado con ayuda de militares». Asimismo, corearon lemas como «PNV español y franquista» y censuraron a los agentes policiales la violencia empleada contra ellos. Algunos incluso les recordaron que el trato ofrecido a los falangistas hace once días en Donostia resultó bien distinto.

Tras permanecer concentrados hasta las 8.30, dieron por concluida la protesta. Sin embargo, los simpatizantes de EAE-ANV reunidos denunciaron que lo sucedido «demuestra que el único argumento que tienen es la fuerza. No tienen ninguna razón para defender su postura».

Los congregados frente al Ayuntamiento explicaron que tenían la intención de participar en el pleno y trasladar al PNV una propuesta para solucionar «el conflicto político» que se vive en Ondarroa tras los resultados de las elecciones municipales del 27 de mayo. Los miembros y simpatizantes de EAE-ANV reclamaban en el escrito que querían presentar ante la Comisión Gestora «respeto a la voluntad» de los vecinos de Ondarroa y recordaban que «es posible y legal» porque el artículo 182.2 de la LOREG «otorga la libertad de nombrar representantes a los partidos que han obtenido una representación legal». Recordaban, al hilo de ello, que de los actuales miembros de la Comisión Gestora únicamente el del PP había recibido los votos de los vecinos.

La propuesta a Maruri

En este sentido, reclamaron la dimisión de Amaia Espinosa, que «además de no haber recibido ni un solo voto y venir de fuera, se encuentra inmiscuida en chanchullos, como demuestra la sentencia emitida por el Tribunal Contencioso-Administrativo de Bilbo por la contratación irregular de un trabajador municipal cuando fue concejal de Artea durante la pasada legislatura».

Los representantes del partido ekintzale criticaban también la actuación de PNV y EB, indicando que «a pesar de que aseguran que están en contra de la Ley de Partidos, hacen caso omiso a la posibilidad de respetar la voluntad de los ciudadanos y se colocan al lado de los representantes del PP».

Y, en esa misma línea, EAE-ANV de Ondarroa recordaba que «sigue encima de la mesa» la propuesta realizada «a favor de la gobernabilidad del pueblo» a Aitor Maruri, cabeza de lista del PNV en los pasados comicios que renunció a coger el cargo por tras la cita electoral. En función de dicha propuesta, EAE-ANV contaría con seis concejales en vez de los siete que le dieron los votos obtenidos, el PNV con cuatro y EA, EB y PP con uno cada uno en la Comisión Gestora.

Asimismo, el grupo municipal de la izquierda abertzale denunció «firmemente» la actuación de Félix Aranbarri, que «no sólo ha cerrado el pleno a la participación ciudadana, sino que ha ordenado la disolución violenta de los concentrados frente al Ayuntamiento». Y criticaron que lo sucedido «supone un nuevo paso en la conculcación de los derechos políticos» de la población de Ondarroa.

«Para evitar altercados»

Hasta prácticamente las 11.00 de la mañana no se conoció siquiera dónde se había realizado el pleno de la Comisión Gestora de Ondarroa. Según difundieron las agencias de información, había sido trasladado a la sede de la Mancomunidad de Lea Artibai, en Markina. Al parecer, salvo al presidente y al secretario de la Gestora que ha- bían acudido al Ayuntamiento de la localidad costera, al resto de miembros se les había citado en la comisaría de la Ertzaintza, donde se les comunicó la decisión de cambiar de ubicación la sesión municipal. La razón esgrimida fue «evitar posibles altercados» con las personas que se concentraban frente a la Casa Consistorial.

En este sentido, según se aseguraba en dicha información, el presidente de la Gestora no descartaba que los plenos se celebren en lo sucesivo también en otros lugares que no sean el Ayuntamiento de Ondarroa.

En el pleno realizado en Markina, se condenó el ataque perpetrado contra el vehículo particular de Aranbarri, pero no se informaba de si se había trata-do algún otro asunto más. En el comunicado remitido indica-ron que «queremos decir claramente a los vecinos que estos actos de violencia son pasos equivocados que no ayudan a construir nada bueno, sino contrarios para la pacificación y a la normalización que tanto necesitamos».

El representante del PP en la Gestora, Germán López, por su parte, se mostró contrario al cambio de ubicación del pleno. A su juicio, supone «otro paso atrás. Parece ser que los del PNV no querían que consiguieran la foto los de ANV, pero bueno, si no consiguen la foto hoy la conseguirán otro día... Siempre estamos reculando para atrás».

López aseguró que su partido «no está dispuesto a tener que salir del salón de plenos porque lo invadan cinco energúmenos. Se tendrán que tomar las medidas necesarias para que lógicamente el pleno de la Comisión Gestora se celebre en el Ayuntamiento de Ondarroa».