«La cuarta espada» (Debate) es el título del último libro del escritor Santiago Roncagliolo (Lima, 1975). Se trata de un reportaje escrito en primera persona sobre el movimiento armado Sendero Luminoso y su líder Abimael Guzmán.

Rocangliolo, que presentó hace unos días el libro en Bilbo, narra en «La cuarta espada» el proceso de investigación que siguió con intención, inicialmente, de escribir un reportaje para «El País». «No era una historia ajena a mí. Todo me remitía a mi infancia, a una parte muy violenta que todos habíamos tratado de borrar. Fueron tres años de investigación. Yo estaba obligado a entender a estos personajes, y estudié a fondo sus documentos, su ideología. En Perú hay una gran desigualdad social, y conforme avanzaba en el estudio del marxismo sufrí también, como los personajes del reportaje, un proceso de radicalización».

Una sociedad enferma

«Yo soy un privilegiado en el Perú y empecé a sentir rabia por lo que yo era, así que lo más difícil no fue la investigación de fuera, sino los conflictos internos que se me iban presentando -señaló el autor en declaraciones a este diario-. Cuando se da una situación tan violenta como ésta, no sólamente son responsables los grupos que tienen las armas. La nuestra fue una sociedad enferma, monstruosa. La mayor parte de muertos y desaparecidos no ocurrieron durante una dictadura militar, sino durante las democracias, de derechas y de izquierdas». Por eso, para Roncagliolo, la primera conclusión es que «siempre quieres que haya un malo claro. Abimael es un mostruo, pero, en realidad, la propia sociedad es monstruosa».

Respeto

Sobre el movimiento senderista, el autor -que el año pasado ganó el premio Alfaguara con `Abril rojo', también basada en estos hechos- señala que estuvo muy apoyada en la mitología creada en torno a la figura de Guzmán. «Nadie sabía si estaba muerto o vivo, pero toda la leyenda fue estudiadamente construida por él. Dio órdenes para que sólo se utilizara su foto oficial, en la que estaba adelgazado, y en la que que nunca salía con un arma, siempre con un libro».

¿A qué parte ha gustado más el libro? «Tanto senderistas como militares dicen que se sienten tratados con respeto, pero no entienden por qué trato con respeto al otro». Casi 70.000 muertos después, Abimael Guzmán cumple cadena perpetua, pero el Estado no ha respondido de sus crímenes. «Aún queda alguna columna en la zona cocalera, pero la fuerza de Sendero se derrumbó cuando encarcelaron a la dirección política. Mucho más peligrosos ahora son los militares de extrema derecha que han sido abandonados por el Estado y campan armados y frustrados en las zonas pobres».