Comienza una mini liga que va a calibrar, en cierta medida, las potencialidades de Osasuna en la competición de la regularidad. En apenas siete días, Valladolid, Betis y Getafe van a ser las piedras de toque que determinarán si los de Ziganda -deberá guiar a los suyos desde la grada- están destinados a luchar por los puestos de privilegio o los de la salvación.

El primer escollo llega a Iruñea en forma de conjunto enrabietado tras acumular cuatro derrotas en sus otros tantos últimos compromisos y con la historia en su contra, ya que los castellanos han ganado sólo en una ocasión cuando han visitado El Sadar en el torneo liguero. Fue en la temporada 1988-89, al firmar un 0-2.

Frente a ello, la estadística es demoledora. Los rojillos se han impuesto en 16 encuentros y sólo han cedido cinco empates en las visitas vallisoletanas a la capital navarra. Es precisamente con la idea de mantener esa trayectoria casera como afronta la escuadra navarra un choque que, de no acabar con victoria local, acarrearía unas cuantas dudas de cara al futuro.

Hugo Viana, ni convocado

Finalmente, el técnico de Larraintzar aplicará sólo tres cambios con respecto al once que se midió al Almería. Después de que probara entre semana a Hugo Viana en el doble pivote, Ziganda ni siquiera le incluyó en la convocatoria, argumentando que el portugués debe ir entrando en el equipo de manera progresiva.

El preparador osasunista sigue apostando prácticamente por el mismo bloque que viene siendo protagonista durante la actual temporada, en el que todo el armazón defensivo se ha mantenido intacto, con algunas variantes en los carriles y el ataque. De hecho, y en cuanto ha podido, ha recuperado para la titularidad a Ricardo, Josetxo y Pandiani.

En el lado foráneo, se confirmó la entrada en la convocatoria de Llorente, lo que seguramente propiciará que esté en la punta de ataque, ya que es una de las pocas opciones ofensivas con garantías con las que cuenta José Luis Mendilibar.