Rebelión Felipe Alegría 2007/10/25
¿De qué democracia hablan?
(...) La detención de la dirección abertzale es la agresión más grave contra las libertades públicas desde la ilegalización de Batasuna y la respuesta de Zapatero a Ibarretxe es una afrenta a las aspiraciones democráticas de todo un pueblo. Sin embargo, exceptuando Euskal Herria y, a escala muy minoritaria Catalunya y Galicia, la respuesta social a estos atropellos ha sido prácticamente inexistente. (...)
La izquierda institucional tiene mucho que ver en la creación de este estado de opinión. Hace ya mucho que esa izquierda convirtió en patrimonio propio lo que en su momento habían sido ideas exclusivas de los herederos del franquismo. Ahora toda la clase política española comparte la misma fe. (...)
Para la clase política la violencia, si la ejerce el Estado, ya no es violencia sino actuación en pro de la paz y el orden. Las detenciones y encarcelamientos arbitrarios, la represión salvaje de las manifestaciones, el secuestro o cierre de publicaciones son actos legítimos. Y cuando se les va la mano, como con el GAL, los jueces se encargan de poner las cosas en su sitio liberando a los responsables (...).
La ideología españolista viene de antiguo y tiene como origen la incapacidad histórica del capitalismo español para constituir una nación unificada. La unidad del Estado no se basó en la fortaleza de la burguesía española, sino en la fuerza del Ejército y en el papel de la Monarquía. La represión política y cultural de las nacionalidades ha sido una constante de la historia española (...).
Y como todo nacionalismo dominante, el español no se reconoce a sí mismo como tal nacionalismo. Los nacionalistas son los otros. La unidad forzada de España es algo «natural», lo mismo que la supremacía del castellano.
Aunque curiosamente, los mismos portavoces de la unidad forzada de España, luego no tienen inconveniente en defender la desintegración de Irak, la independencia de Montenegro (...)