Los talibán atacan a soldados afganos y de la OTAN en diversas partes del país
GARA |
Cinco policías y cuatro soldados murieron ayer en Afganistán en un nuevo ataque de milicianos en la provincia oriental de Paktika, fronteriza con Pakistán. Un kamikaze vestido con uniforme militar se dirigió a pie hacia la entrada principal de la Base de Operaciones Avanzadas de Bermel, que alberga a fuerzas afganas y de la OTAN, y accionó los explosivos que llevaba.
Al sur de Kabul, en la provincia de Ghazni, los talibán atacaron a una patrulla de Policía en el distrito de Gilan. Según informó a AFP el responsable policial provincial, Ali Shah Ahmadzai, dos agentes fallecieron.
En la particularmente inestable provincia de Helmand, también hubo enfrentamientos entre efectivos policiales y los talibán, que lograron huir tras secuestrar al padre de un policía en el distrito de Marja y matar a tres agentes.
Petición de Karzai
La fuerza ocupante encabezada por Estados Unidos anunció la muerte en el distrito de Musa Qala (en la provincia de Helmand) de «un gran número» de milicianos talibán en una emboscada tendida contra una patrulla de soldados afganos y de la OTAN.
Por otra parte, el presidente afgano, Hamid Karzai, pidió a Estados Unidos y a la OTAN que reduzcan sus bombardeos aéreos subrayando que han fallecido demasiados civiles.
Resaltó que, seis años después de la invasión, el pueblo «no puede comprender por qué aún necesita potencia aérea». Preguntado sobre si quiere que se reduzcan los bombardeos, dijo que «sí, absolutamente, en palabras claras y quiero repetir que hay alternativas al uso de la fuerza aérea», que ha causado al menos 350 muertos.