Más de 25 personas perdieron la vida o aparecieron muertas en una nueva jornada violenta en Irak. El atentado más grave ocurrió en Jisr Diyala, una localidad de mayoría chií situada a unos 20 kilómetros al sureste de Bagdad. Un atentado contra varios restaurantes de la zona, frecuentados por funcionarios y trabajadores de la construcción, costó la vida a, al menos, ocho personas. Cerca de la ciudad petrolífera de Kirkuk, cinco personas murieron y seis resultaron heridas en varias explosiones coordinadas contra un convoy de camiones que transportaban bloques de hormigón desde Kurdistán Sur a Bagdad para ser utilizados en la construcción de un muro de seguridad en la capital iraquí.

Por su parte, el clérigo chií Muqtada al Sadr podría dar por finalizada la orden que dio en agosto a sus milicias para que interrumpiesen sus actividades armadas.