El equipo de Silverspace se encuentra de viaje. A día de hoy Rubén Salazar se encuentra en China, mientras que Enrique García y Raquel García-Ajofrín están en Florencia recogiendo su último galardón. Los miembros de la productora alavesa intentan sacar tiempo para acudir a los festivales en los que participa su primer corto, «Perpetuum Mobile». La historia del pequeño Leonardi Da Vinci ha cosechado más de 12 premios, y ha sido proyectada en más de 60 festivales desde su estreno en octubre del pasado 2006 en Sitges. Enrique García ha visto de alguna manera su sueño hecho realidad. «¡Imagínate poder acudir a uno de los festivales más conocidos del mundo como el de San Diego, y además que participe nuestro corto!», exclama.

Tras dos años de trabajo de producción, «Perpetuum Mobile» se estrenó el pasado año y ahora la respuesta es inmejorable...

El de Florencia es el premio de octubre. Llevamos una media de premio por mes. ¡Un total de 12 desde su estreno!

Y por si eso fuera poco están nominados a los Goya. ¿Más satisfacciones todavía?

Por temas burocráticos el año pasado no pudimos inscribirnos. Fue una pena, al final se nos pasó el plazo. Pero incluso de esta manera pensamos que hemos tenido suerte ya que el año pasado justo acabábamos de estrenar el corto en Sitges y no tenía mucho recorrido; sin embargo a día de hoy, el corto ha viajado a cuatro continentes por lo que resulta más interesante su nominación.

Se presenta junto a otros cuatro cortometrajes. ¿Qué posibilidades ven de salir ganadores ?

Tenemos alguna esperanza de poder conseguir la estatuilla pero también sabemos que el resto de nominados es gente que ya ha hecho más cosas de animación, y, aunque todavía no hemos visto su trabajos, pensamos que tendrán mucho que decir. En cualquier caso, y habiendo llegado a este punto -en referencia a la nominación-, ya estamos satisfechos.

Tras años de trabajo Silverspace se ha consolidado ya como una productora de 3D, pionera en Araba, y ha dado su fruto. ¿Cuál es el secreto?

No hay mucho secreto. Una vez acabado el proyecto no hay que olvidarse de que hay una tarea de distribución y promoción. Hay que mover la cinta por festivales y se puede hablar de trabajo a tiempo completo. No podemos olvidar los comienzos cuando aún no teníamos montada la productora y pasamos dos años de peregrinaje buscando financiación. «Perpetuum Mobile» estuvo en manos de productoras como Libra pero no se interesó por él. Así que decidimos montarla y financiarla nosotros mismos.

Y ahora, ¿qué vida le queda a este cortometraje?

Todavía le queda un año de festivales. No queremos venderlo todavía a las televisiones porque hay algunos festivales que para que se participe en ellos exigen que las cintas no hayan sido proyectadas previamente en la tele.

Pero ya tienen entre manos un nuevo trabajo. Se trata de la co-producción, con Jesús Garay (Santander, 1949), de un largometraje. ¿Cómo surge este trabajo conjunto?

Este trabajo conjunto es reflejo de que las cosas van lentas pero al final fluyen. Coincidimos con Jesús hace un año en el Festival de Cine de Donostia, en el foro de coproducción. Uno de los proyectos que más nos interesó de las ponencias que se hicieron allí, fue, en particular, el de Jesús Garay. Sobre todo por la calidad humana de la película.

¿Qué tipo de proyecto es «Mirando al cielo»?

La película dirigida por Jesús Garay reconstruirá, mezclando ficción y documental, los bombardeos aéreos que sufrió Barcelona durante la Guerra Civil; que sirvieron como ensayo de lo que luego se practicaría en la II Guerra Mundial para aterrorizar a la población civil y provocar su desmoralización.

¿Cuál es la función de Silverspace en esta película?

Existe muy poca documentación de los bombardeos de 1938 en Barcelona. Había un avión que sacaba fotos y ese es el material existente. Sin embargo, Jesús Garay no quería repetir esas imágenes. Le pareció más interesante recrearlas en tres dimensiones y esa es nuestra labor. Es un tema histórico que creíamos que tenía posibilidades de que se le aplicaran nuevas tecnologías.

La coproducción se está llevando a cabo entre Barcelona y Gasteiz. ¿Cómo transcurre el trabajo en la distancia?

La película se va a montar aquí. Vamos a financiar una tercera parte de la película y Jesús Garay vendrá aquí para supervisar el sonido y los efectos especiales. Lo importante para nosotros es que en vez de marchar nosotros fuera a trabajar, hemos traído aquí el trabajo. Todo el mundo cuando habla de producción piensa en marcharse pero nosotros vamos a contrapié, y queremos traer la producción a Araba. Ese es nuestro reto y lo tenemos claro desde que pusimos en marcha Silverspace.