Al-Maliki recibe el control de Kerbala el día en que matan a 27 policías en Baquba
GARA |
El Gobierno de Nuri al-Maliki recibió ayer el control de la seguridad de la provincia de Kerbala, 110 kilómetros al sur de Bagdad, por parte de las tropas polacas de la coalición invasora encabezada por EEUU.
En el acto de entrega del control, al-Maliki pronunció un discurso en el que admitió que se ha retrasado el proceso de entrega en las diez provincias que aún permanecen bajo control de las fuerzas invasoras debido al retardo de la formación de las fuerzas de seguridad iraquíes.
A su juicio, recibir las responsabilidades en el ámbito de la seguridad «significa un gran avance y pasos significativos en la senda para restaurar la paz en Irak». En su alocución, destacó «el gran progreso y avance que las fuerzas de la Policía y el Ejército han logrado hasta ahora en la lucha contra la red terrorista al-Qaeda, los grupos armados y la delincuencia».
Kerbala es la octava provincia cuyo control de la seguridad ha sido entregado por las tropas de la coalición invasora a las fuerzas iraquíes.
Mientras al-Maliki pronunciaba estas palabras en Kerbala, en Baquba, al norte de la capital, un atentado suicida contra un campo de entrenamiento de la Policía iraquí se saldó con la muerte de 27 agentes, mientras que otros 20 resultaron heridos.
Los reclutas se encontraban fuera del campamento esperando para entrar cuando un kamikaze que iba en bicicleta detonó la carga explosiva que portaba.
Un médico del Hospital General de Baquba, Mohamed al-Kirrawi, indicó que la mayoría de las víctimas murieron por el impacto de las bolas de hierro que iban adosadas al explosivo, que se convirtieron en metralla.
Al-Kirrawi señaló que «hay siete heridos en condición crítica y pocas posibilidades de que sobrevivan», explicó.
Además, las fuerzas de seguridad informaron del hallazgo de 20 cadáveres decapitados, en la misma Baquba. Los cuerpos tenían señales de tortura, los ojos vendados, las manos atadas e impactos de bala.
También ayer, un atentado con coche bomba en el mercado de Siniyah mató al menos a cuatro personas e hirió a otras trece. En Mosul, cuatro miembros de una misma familia y una policía murieron al ser tiroteados.