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Barrena: «Imaz revela muy bien cuál es el proyecto real del PNV: España»

La izquierda abertzale puso ayer en solfa la «falta de sintonía entre el discurso y la práctica política» del PNV; aspecto que entiende se evidencia en actuaciones represivas como la de Hernani o el apoyo al PSOE para la aprobación de las cuentas generales españolas. Todo ello, junto a las últimas palabras de Josu Jon Imaz, reflejan para el independentismo vasco cuál es «la referencialidad nacional» y el proyecto real de la formación jeltzale: «España».

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Gari MUJIKA |

La izquierda abertzale, ante lo que entiende que es «una escenificación» jeltzale de la mano de Ibarretxe con un discurso revestido de tintes abertzales, quiso poner blanco sobre negro lo que es el verdadero proyecto y «la referencialidad nacional del PNV: España». A ese fin se contrapone, agregó, el proyecto nacional de la izquierda abertzale, que es Euskal Herria.

Un día después de que el presidente del EBB jeltzale, Josu Jon Imaz, indicara a su formación que la «prioridad» inmediata debe ser el de abanderar «la deslegitimación de ETA, Batasuna y su mundo de intolerancia», Pernando Barrena compareció en compañía de Marije Fullaondo en Donostia para valorar una semana «francamente reveladora» en la que, a su juicio, se ha evidenciado cuál es la hoja de ruta de la formación jeltzale.

El político navarro consideró que es la práctica política la que, a pesar del discurso adornado de tintes soberanistas de Ibarretxe, evidencia el proyecto real del PNV. Un propósito que entiende se ha visto de forma clara con el apoyo otorgado al PSOE en el Congreso para la aprobación de los presupuestos españoles o con la práctica represiva contra la izquierda abertzale, en esta ocasión en Hernani.

¿Confrontación con Madrid?

Hace escasas semanas el mismo Barrena señalaba que la propuesta del lehendakari Ibarretxe contaba con «una credibilidad bajo mínimos», ya que entiende que detrás de esa escenificación «nadie se cree que el PNV vaya a iniciar ni profundizar ninguna línea de confrontación política con Madrid». Una afirmación que ha sido, a su juicio, confirmada esta semana y que evidencia que «el PNV es el socio más leal del PSOE».

A renglón seguido añadió que la formación jeltzale ha ejercido siempre como «socio leal» de los ejecutivos españoles, como también se demostró en el proceso negociador, con objeto de «garantizar sus cotas de poder y seguir en la gestión del dinero público, acatando la Constitución española -que niega el derecho a decidir de los vascos- sin ningún tipo de problema y aplicando leyes vulneradoras de derechos fundamentales», como la Ley española de Partidos.

Otro exponente del «triste papel» que juega el PNV en las instituciones, en las que garantiza y aplica leyes vulneradoras de derechos, aunque en sus discursos defiendan lo contrapuesto.

Para Pernando Barrena es la práctica política la que revela el rumbo del PNV: alcanzar un pacto político con el PSOE para una reforma estatutaria, así como «cerrar las puertas a que los vascos puedan decidir libremente su futuro y a cualquier posibilidad al proyecto independentista».

Otra muestra que refuerza la visión de la izquierda abertzale es, para Barrena, la práctica represiva de la Ertzaintza, y recordó que tanto Joseba Alvarez como Juan Mari Olano y Oihana Agirre se encuentran encarcelados por su impulso directo.

Réplica

«Mientras que la referencia política de la izquierda abertzale es Euskal Herria, de las palabras de Josu Jon Imaz se desprende que la referencia del PNV, como lo ha sido en su historia, es España».

«Es curioso con qué facilidad llegan a acuerdos sobre negocios»

«Es curioso que para ser dos partidos que ante los medios de comunicación y la opinión pública se llevan tan mal, con qué facilidad llegan a acuerdos en cuanto a negocios, a repartos de pastel y en cuanto a acordar esquemas de represión contra la izquierda abertzale», afirmó Barrena citando la aprobación de las cuentas españolas.

Barrena denunció cómo con el consentimiento de los presupuestos, el PSOE y el PNV se han repartido «el pastel» del TAV tramo a tramo, definiendo así qué empresa «de confianza» construirá el tren en cada tramo. G.M.

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