Turquía logra el aval de EEUU y dice que es hora de «entrar en acción»
«El tiempo de las palabras ha terminado. Ha llegado el momento de entrar en acción», afirmó el ministro de Exteriores turco, Ali Babacan, en la rueda de prensa conjunta con la secretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleeza Rice, con quien se reunió en Estambul para hablar sobre Kurdistán Sur. Rice calificó al PKK de «enemigo común» para ambos países y aseguró que Washington iniciará pronto «una acción importante» contra la guerrilla kurda.
GARA |
En presencia de la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, el titular de Exteriores del Gobierno turco, Ali Babacan, afirmó que «el tiempo de las palabras ha acabado, ya no tienen sentido». Acto seguido, subrayó que ha llegado el momento de «entrar en acción», en alusión a una posible intervención militar a gran escala en Kurdistán Sur (actualmente el norte de Irak). Babacan animó a Estados Unidos a «unir el deseo político con la capacidad física en la lucha contra el PKK, ya que el Gobierno iraquí es incapaz de hacer nada y la Administración kurda no quiere hacer nada».
«Hemos visto que Turquía y Estados Unidos compartimos perspectivas similares sobre varios asuntos. Estados Unidos es un amigo y aliado de Turquía, así como un socio», apostilló.
Rice se hizo eco de este llamamiento y aseguró que Washington iniciará pronto «una acción importante» contra la guerrilla kurda. «Consideramos que el PKK es una amenaza común, no sólo para los intereses de Turquía sino también para los de Estados Unidos», resaltó.
«Queremos dar pasos importantes y bien pensados... Definitivamente, queremos que el PKK termine sus acciones», añadió. En este sentido, anunció que la Administración de George W. Bush incrementará sustancialmente la información de Inteligencia que ya comparte con el Gobierno turco.
Erdogan habla de «operación»
Aunque rechazó una operación militar transfronteriza y abogó por «soluciones a largo plazo», coincidió con Babacan en que «se deben adoptar medidas eficaces de manera que Turquía no se enfrente a atentados terroristas en el futuro».
La responsable de la diplomacia estadounidense también se entrevistó con el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan, que no hizo declaraciones sobre este encuentro. Previamente, en una intervención ante un grupo de líderes regionales del gobernante AKP, sostuvo que en la «agenda» de Turquía sólo cabe «una operación y no una guerra. Esperamos que no haya necesidad de lanzarla (...) Esta operación tendrá un objetivo específico y tomaremos los pasos necesarios para alcanzarlo en el momento adecuado». A este respecto, criticó a quienes argumentan que Turquía se está preparando para «una guerra a gran escala».
«Estas tentativas buscan azuzar ciertas sensibilidades en el seno de la sociedad y lastimar la paz y la estabilidad. Nadie tiene derecho a perturbar la integridad social y el sentido de la hermandad de nuestro pueblo», remarcó Erdogan.
Por el momento, Ankara ha anunciado sanciones económicas contra los kurdos en Kurdistán Sur. El jueves, el portavoz del Gobierno y viceprimer ministro turco, Cemil Çiçek manifestó que el Ejecutivo no revelará qué sanciones ha decidido aplicar pero advirtió que «el embargo total comenzará después de la reunión» entre Bush y Erdogan prevista para el lunes en Washington.
El líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdullah Ocalan, preso en la cárcel turca de Imrali desde 1999, aseguró que el PKK está «abierto a cualquier solución democrática».
«Estamos en una fase decisiva (...) Le hago una petición al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan. El PKK no desaparecerá, usted se equivoca. Proponga una salida. Estamos abiertos a cualquier tipo de solución democrática», subrayó desde la cárcel.
En la nota entregada a sus abogados, Ocalan mostró su pesar por las numerosas muertes registradas durante los últimos enfrentamientos entre el Ejército turco y guerrilleros kurdos que se han saldado con la vida de, al menos, 150 personas.
«Hay enfrentamientos. Verdaderamente, estoy triste por la muerte de soldados turcos también. No estoy feliz por ello», manifestó.
Por su parte, el jefe militar del PKK, Bahuz Ardal, dejó claro que una eventual operación militar turca logrará «la unidad de la nación kurda».
«Si el Ejército penetra en Kurdistán Sur se enfrentará a una resistencia popular total de nuestro pueblo y no sólo de nuestros combatientes. Conseguirán la unidad nacional kurda», incidió en declaraciones al diario árabe internacional «Al Haya».
Advirtió que «millones de kurdos que viven en ciudades turcas no permanecerán impasibles, por lo que se generará un estado de tensión que se expandirá por la región y que será difícil de controlar».
Aseguró que el PKK dará «una respuesta militar muy contundente. La suerte del Ejército turco no será mejor que la del Ejército israelí cuando atacó Líbano el año pasado».
