Mientras las negociaciones sobre el estatus definitivo de Kosovo entran en su último mes, la Comisión de Bruselas ha querido lanzar un gesto a Belgrado al saludar sus «esfuerzos» por detener al presunto criminal de guerra Ratko Mladic y al dar un paso hacia la firma del primer gran acuerdo UE-Belgrado.

El comisario de la UE para la Ampliación, Olli Rehn, anunció la decisión de «rubricar mañana (por hoy) en Bruselas el acuerdo de estabilización y asociación UE-Serbia», que constituye el primer paso hacia una eventual adhesión.

La rúbrica, para la que se espera en Bruselas al viceprimer ministro serbio, Bozidar Djelic, es una etapa técnica que no prejuzga su firma definitiva, pero los analistas la sitúan en un intento de la UE de dar oxígeno al presidente serbio y oficialmente pro-europeo, Boris Tadic. La firma definitiva está en manos de los Veintisiete, pero un diplomático europeo aseguró que «buena parte de ellos estarían dispuestos a sancionar el acuerdo lo más pronto posible».

Los ministros de Exteriores de la UE podrían debatir la firma del acuerdo UE-Serbia en una reunión el 10 de diciembre, fecha que coincide casualmente con el final de la nueva ronda de negociaciones iniciadas en agosto para un acuerdo sobre Kosovo.

Crisis en Bosnia

La Comisión de Bruselas denunció la «retórica nacionalista» de los dirigentes de Bosnia-Herezegovina, a los que acusan de frenar las reformas.

Miroslav Lajcak, el Alto Representante de la Comunidad Internacional y que dispone de poderes ejecutivos claves en este territorio, ha tratado de reformar las instituciones bosnias.

Este plan provocó la dimisión del primer ministro del Gobierno central, el serbio Nikola Spiric, y ha degenerado en la crisis más grave desde el final de la guerra de agresión que desembocó en la partición en 1995.