El derrumbe de un cerro en el Estado mexicano de Chiapas con un saldo de 16 personas desaparecidas y una veintena de heridos se sumó ayer a la tragedia que vive Tabasco, donde crece la desesperación de los damnificados por las graves inundaciones.

La comunidad de San Juan del Grijalva, con un censo de 410 habitantes, quedó sepultada a causa del desprendimiento. Según relató el gobernador Juan Sabines, en la me- dianoche del domingo escucharon «una estampida» de vacas que les puso en alerta.

Un cerro ubicado entre las presas Malpaso y Peñitas cayó sobre el río Grijalva provocando una ola de unos 50 metros que arrasó con todo. La Subsecretaría de Protección Civil informó de que gran parte de los cientos de toneladas de tierra y piedras fueron a parar al río cortando su cauce.

«Afortunadamente, la mayoría de los moradores de la comunidad lograron huir al ver cómo de pronto el cerro empezó a retumbar y, poco a poco, porciones de tierra se venían abajo», manifestó el subsecretario de Protección Civil, Luis Manuel García.

En Tabasco, mientras, la crítica situación obligó al Gobierno mexicano a crear un fondo con unos 18,5 millones de dólares para reconstruir este Estado, donde han muerto tres personas y hay más de un millón de afectados. El lunes, el río Grijalva, que inundó el centro histórico de Villahermosa, descendió ocho centímetros. Pese a ello, ayer todavía mantenía anegadas decenas de barrios del norte de la capital. Se calcula que 20.000 permanecen en los techos de sus casas inundadas.

Caos en Tabasco

Desde el exterior, ha comenzado a llegar con cuentagotas la ayuda ofrecida por Cuba, Perú, Canadá, Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña o el Estado español. No obstante, la entrega de despensas ha evidenciado la desorganización existente, aumentando la desesperación de miles de personas. Muchas de ellas siguen aisladas en comunidades que quedaron rodeadas por el agua.

Al caos en el reparto de ayuda se suma el hecho de que no todos los servicios públicos y comercios están operando con normalidad. Además, las autoridades han detectado que establecimientos comerciales han subido los precios de alimentos básicos como huevos, pollo y frijoles.