Más una veintena de jóvenes protestaron ayer por el juicio que se había celebrado por la mañana contra dos vecinos de Zizur Nagusia, tildándolo de «montaje judicial». Lo hicieron ante una veintena de agentes que identificaron a los que se acercaban, lo que impidió que algunos asistentes llegaran a la concentración.

Los incidentes por los que son imputados sucedieron el pasado junio. Testigos presenciales relataron que varios jóvenes se hallaban en el gaztetxe Esparru de Zizur cuando entraron dos individuos. Los jóvenes se interesaron por ellos, y éstos se apresuraron a salir del lugar. Uno de los jóvenes identificó a uno de los individuos como agente de la Guardia Civil, por lo que decidieron salir a indicarles que se fueran y asegurar que no querían problemas.

Uno de los agentes se dispuso entonces a utilizar la porra, pero fue interceptado por un joven. Tanto el que iba ser agredido como el que salió en su defensa interpusieron una denuncia, pero quedó archivada y fueron ellos los que acusados por «amenazas» y «atentado contra la autoridad», debido a la denuncia policial. Finalmente, el fiscal solicitó ayer multas de 300 y 290 euros por «desórdenes públicos».