Actualmente Álvaro Ybarra trabaja para la empresa francesa Vu, y las fotografías que toma de conflictos bélicos se publican en The Times Magazine, NewsWeek, Le Monde, Liberation, Sun Time Magazine y El País. Álvaro Ybarra nació hace 28 años en Bilbo y ya ha recorrido más de medio mundo con su cámara. Entre viaje y aeropuertos, el fotógrafo visitará hoy Gasteiz para impartir una conferencia (Sala Dendaraba, 20.00) e impartir mañana en Krea un taller sobre el trabajo fotográfico en zonas de guerra.

«Me vieron cara de tonto -bromea-. Me cogí la cámara de fotos y me fui a Ruanda». Ese fue su primer trabajo. Entonces tenía 19 años y a día de hoy Álvaro ha viajado a Irak, Afganistán, América Latina, Chechenia y ha recorrido África. «Soy un fanático del ser humano -reconoce, y se pregunta- ¿Qué te mueve a coger un arma?, ¿Quién es la persona que está detrás del uniforme? Realmente son historias de vidas impresionantes».

Fenómeno de frialdad

Álvaro piensa que realmente todas esas situaciones bélicas se han convertido en algo muy frío. «Todo queda en un minuto y medio de televisión o crónica de radio. Pero un conflicto armado no es muy diferente de lo que vivimos aquí. Sí, es cierto que es otro contexto pero la preocupación es el día a día», explica a GARA. «Por eso lo que intento hacer a través de la fotografía es acercar situaciones del conflicto armado en las que nosotros mismos nos podamos ver reflejados -incide-. Una guerra es un cáncer».

De todo esto hablará hoy Álvaro Ybarra en una conferencia que ha titulado «Un futuro incierto para los nuevos fotógrafos». «Sí que hoy en día ha surgido un fenómeno de frialdad. Nos hemos olvidado de que las víctimas son seres humanos. Yo he trabajado mucho en Irak y nadie se pregunta quiénes son los 36 muertos de la última matanza, qué sueños tenían -se cuestiona Ybarra-. Cuando estás en un conflicto armado te das cuenta de lo que es realmente la muerte. Cuando ves que a un niño le vuela los sesos un mortero o un francotirador, te imaginas todo lo que podía haber hecho ese chaval». El joven fotógrafo reconoce que no es un futuro alagüeno el que depara el fotoperiodismo en los próximos años. «Son trabajos que son complicados de reflejar porque ya no tienes el apoyo de las revistas -analiza-. Prefieren publicar esa foto hecha por un móvil y tampoco disponen de tiempo. Y es por esto por lo que se está produciendo un fenómeno de frialdad. Yo considero necesario tener un compromiso frente a lo que está sucediendo». Ybarra profundizará sobre su experiencia en el taller que ofrecerá mañana.