basquet country
Buenas horas sin mangas verdes
Imanol AMIANO
Resulta que éste ha sido el Año del Baloncesto Femenino en Europa y casi no nos hemos enterado. Bueno, tampoco vamos a ir de listos ahora, porque me enteré ayer y por casualidad. A menos de dos meses de que acabe. El año, digo. A buenas horas, mangas verdes, dirán. Casi. De verde sí, pero sin mangas. Porque éste sí puede ser el Año del Hondarribia-Irun. Y si también lo es en la Eurocup que comienza mañana a ritmo de tarantella, en pleno tacón de la bota italiana, mejor que mejor.
El Txingudi ha com- pletado el mejor equipo de su historia. Y eso a pesar del contratiempo de tener que cortar, por lo sano y en apenas 24 horas, a Iciss Tillis, la cinco de las Detroit Shocks. Una doble salida de tiesto la sentenció. La diva y su perro -ése que no debía traer- tuvieron que marcharse a Tarbes. Ashley Robinson, junto a la arrasatearra Mallabiabarre-na, al menos aportará más disciplina.
Jansone y Tamane -aunque parezcan chicas de la cantera, son letonas, y de las buenas- completan una gran rotación interior. Las bálticas saben de qué va esto. Porque cortarse, no se cortan un pelo. No en vano han posado, junto a sus compañeras de selección, en el enésimo calendario de desnudos con fines benéficos, en el que la principal destinataria no es otra que la gran Uliana Semionova. La letona, que desde sus 212 centímetros dominó el basket femenino durante los años 70 y 80 para la URSS, no tiene para pagarse una complicada operación de cóccix.
Con Begoña García y Suárez en la dirección, y el polivalente juego exterior formado por Veselovski, Checa, Quintero y la explosiva Shameka Christon, una máquina de anotar, ésta puede ser una gran temporada. Más les vale a los que luego quieran salir en la foto se remanguen ahora, no vayan a ponerles verdes.