Liverpool 8

Besiktas 0

El Liverpool se apuntó a la úlima moda inglesa de vapulear a sus rivales en la máxima competición europea. Si la jornada pasada fue el Arsenal quien hizo sonrojar al Slavia de Praga -sus jugadores tuvieron el detalle de pedir perdón a los aficionados desplazados hasta Londres- tras endosarle siete goles, los reds no quisieron ser menos y batieron la marca con una diana más sobre el Besiktas.

Gracias al espectáculo de juego y goles, los de Benítez salvaron su primer match ball de cara a seguir teniendo opciones de clasificarse para los octavos de final, después de una primera vuelta nefasta en la fase de grupos. El torneo europeo es ahora mismo la tabla de salvación para el técnico madrileño después de la mala trayectoria que vienen firmando sus pupilos en la Premier.

Conscientes de lo que había en juego, el Liverpool fue un vendaval frente a una escuadra turca que, además, les puso muy fáciles las cosas, cediendo mucho terreno, pero sin capacidad para encadenar ni una sola contra con sentido.

Los ingleses supieron transformar tanta osadía otomana en un auténtico bálsamo ante la crisis que vienen padeciendo en lo que a nivel de juego se refiere. Voronin -curiosamente no anotó- fue quien se echó al equipo a las espaldas a la hora de fraguar el juego ofensivo, mientras Benayoun -protagonizó un hat-trick-, Crouch y Babel -ambos con dos goles cada uno- hicieron las veces de percutores al encarar el marco contrario.

Los propietarios de Anfield Road ya dejaron perfectamente encarado el choque para el descanso y, tras la reanudación, el israelí sacó todo su repertorio anotador. A partir de ahí, una placentera cuesta abajo en la que el Besiktas fue un muñeco en manos de los británicos, que siguieron perforando la portería turca como si de un choque de fútbol sala se tratase.

Pero el Liverpool tendrá que seguir sudando tinta china para conseguir el pase. La victoria del Oporto sobre el Olympique de Marsella (2-1) con el gol definitivo de Lisandro en el minuto 78 obliga a los de Benítez a sumar otra victoria ante los portugueses en la próxima jornada.

El Valencia, casi imposible

Quien todavía lo tiene mucho peor es el Valencia, tras sucumbir otra vez ante el Rosenborg, pero esta vez en Mestalla. De nada le sirvió a los levantinos estrenar técnico en la persona de Ronald Koeman, quien fue testigo de todas las miserias de su equipo y de lo mucho que va a tener que trabajar para enmendarlas. Ahora, los ché deberán esperar a que fallen los noruegos y, entre otras cosas, ganar al Chelsea en Londres, casi nada.

La sobresaliente actuación de Nikopolidis permitió que el Olympiacos siga soñando con clasificarse para octavos, toda vez que el desacierto ofensivo merengue fue notorio, aunque el punto casi da el pase a los de Schuster. En el otro choque, la Lazio echó por tierra las opciones del Werder Bremen, al derrotarle 2-1, con sendos goles de Rocchi.

Por último, el Milan aparcó la imagen titubeante del Calcio para reivindicarse como el actual campeón que es. Y lo hizo a lo grande (0-3) en el complicado estadio de un Shakthar que comenzó imparable, pero que va perdiendo fuelle. A la chita callando, el Celtic ya se le ha subido a la chepa a los ucranianos gracias al tanto de McGeady segundos antes de que se señalara el descanso, lo que mantiene las esperanzas de los escoceses.