La Gazte Asanblada de Iurreta denunció ayer los ataques que vienen sufriendo por parte de las autoridades. El jueves tuvo lugar un juicio contra varios jóvenes de la localidad por haberse resistido al desalojo del gaztetxe ocurrido en febrero pasado, y por la tarde fueron agredidos por agentes de la Ertzaintza cuando eran expulsados de un local municipal.

Para denunciar el juicio, la mañana del jueves se realizó un acto de protesta, mientras que por la tarde entraron a ocupar un local de propiedad municipal. Desde la Gazte Asanblada relataron que al poco tiempo llegó un agente de la Policía Local, al que le dijeron que deseaban hablar con el alcalde de Iurreta. El policía acudió donde el primer edil para informarle de lo sucedido y le hizo llegar el deseo de los jóvenes, pero, según denunciaron éstos, «el alcalde no tuvo la mínima vergüenza de venir donde nosotros. En vez de ello, mandó a la Ertzaintza».

En su testimonio recogen que fueron unos 30 agentes encapuchados los que intervinieron en el desalojo, y que entraron «a golpes y tirando los muebles al suelo». Los que se hallaban en el interior fueron expulsados «a empujones y golpes. Nos pusieron contra la pared y mirando al suelo como si fuéramos criminales». La «agresiva actitud» policial se extendió a los asistentes al desalojo, según añadieron.