ELA mantendrá en 2008 «una reivindicación muy fuerte»
ELA anunció que planteará «una reivindicación muy fuerte» en la negociación colectiva de 2008, en la que sus principales objetivos serán «la lucha contra la precariedad y la discriminación». Unos 2.000 delegados del sindicato llevaron a cabo una jornada para preparar la negociación del año que viene y participaron en una concentración para denunciar la forma de negociar de los responsables de Osakidetza, a los que acusó de desmantelar la sanidad pública.
Pablo RUIZ DE ARETXABALETA |
«La lucha contra la precariedad y la discriminación» serán los objetivos de ELA en la negociación colectiva del año que viene, según indicó ayer su secretario general, José Elorrieta, en una jornada del sindicato sobre negociación en el frontón Ogeta Gasteiz, en la que participaron unos 2.000 delegados.
Elorrieta indicó que mantendrán «un planteamiento reivindicativo muy fuerte» y que ELA quiere marcar la iniciativa en sectores como Servicios, buscando «nuevos formatos de movilización sindical».
Además, espera lograr una alianza sindical más amplia que este año en el que ha llevado buena parte de su trabajo en solitario. Añadió que «no estamos dispuestos a firmar convenios con incrementos salariales pegados al IPC y sin mejoras en materia de empleo».
Los delegados de ELA realizaron un balance satisfactorio del modelo de negociación que ha desarrollado este año, aunque reconocieron que no es compartida por el resto de sindicatos.
ELA aprovechó la jornada para destacar el conflicto de Osakidetza y llevó a cabo una concentración frente a su sede en Gasteiz. A este respecto, Elorrieta afirmó que no se trata de un conflicto por dinero, sino por las condiciones de trabajo y por un modelo de sanidad pública. Acusó al Gobierno de Lakua de privatizar la sanidad al no realizar la inversión necesaria y a través de acuerdos como el firmado con el Sindicato Médico, «en minoría y con un sindicato que representa intereses privatizadores, los mismos que defiende el consejero de Sanidad».
En su opinión, la «torpeza» de la Administración ha dado lugar a un movimiento sindical unido y a un profundo descontento entre la plantilla que hace anticipar que el paro de tres horas convocado para el próximo día 15 «tendrá un buen resultado». La representante de ELA en Osakidetza Nere Urrestarazu insistió en que el acuerdo firmado con el Sindicato Médico está dirigido a «fomentar determinados negocios privados» y afirmó que la «irresponsable» estrategia de negociación del Gobierno tiene como objetivo «cargarse la negociación colectiva, la sanidad pública y, por el mismo precio, a ELA».
Respecto al paro del día 15 indicó que «vamos a parar Osakidetza», por lo que la Administración «está muy nerviosa, a la defensiva y explica la torpeza con la que ha respondido. Utiliza la manipulación y la mentira, enviado cartas a los trabajadores para intentar desmovilizar y coaccionar a la plantilla».
LAB denuncia coacciones
Precisamente, LAB denunció la carta enviada desde el Departamento que dirige Inclán a cada trabajador, «diciéndoles lo que habían perdido porque no se había firmado el acuerdo».
«No contentos con esto, y viendo que el resultado no había sido el pretendido, el señor Blasco -responsable de Personal- dio la orden a todos los centros para que se restringiera el envío de correos electrónicos por parte de los sindicatos a los trabajadores. Ahora se están dedicando a llamarles personalmente en un intento evidente de cortar y obstaculizar la movilización» añadió.
También LAB opinó que Osakidetza va a conseguir que el paro sea secundado de forma mayoritaria, y pidió a Inclán que negocie en una mesa y «no por correo electrónico, ni por correo postal, ni por teléfono».
Por su parte, el consejero de Sanidad del Gobierno de Lakua, Gabriel Inclán, afirmó que «igual ha llegado la hora de pedir cuentas del conflicto a quienes plantean simplemente incrementos de cientos de millones de euros o reducción de un 25% del trabajo, cuando trabajan 35 horas a la semana».
ELA y LAB denunciaron las cartas y llamadas de Osakidetza a los trabajadores como un intento de coaccionarles para impedir el paro del día 15, entre 9.00 y 11.00, sobre el que aseguran que tendrá «un buen resultado».