Y llegó el gran día, o al menos el más esperado para esos 14.600 corredores que mañana tienen una cita con esos oficiosos y exigentes 20.200 metros que hay entre Behobia y el Boulevard. Todos ellos saben desde hace seis meses que están admitidos en la carrera, por eso deberán de tener en cuenta que es dura y que requiere cierta calma para llegar enteros a Donostia sin olvidar el componente necesario de la diversión.

Internet ha permitido moverse a la más famosa de las carreras populares vascas en unos parámetros impensables hasta hace poco. Parece que fue ayer cuando había que esperar incluso hasta al día siguiente de la celebración de la prueba para conocer la cifra exacta no ya de participantes llegados a meta, que también, sino de número de inscritos. En esta edición, el C.D. Fortuna decidió adelantar el plazo de inscripción a mayo para actuar con previsión y de paso evitar «ese sentimiento de frustración para aquellos que no han conseguido dorsal y llevan un par de meses preparando la carrera», según palabras del presidente del club donostiarra Enrique Cifuentes.

La historia es conocida, en el plazo de un mes se habían cubierto con creces todas las inscripciones. Y es que la edición número 43 de la Behobia, como bien apuntan sus organizadores, va a ser la más multitudinaria con diferencia ya que el aumento de 2.300 corredores respecto a la anterior edición supone el salto más importante que ha dado la popular guipuzcoana. La ampliación de plazas continúa siendo insuficiente para una demanda que ha dejado a más de un millar de corredores con las ganas y sin dorsal. Pero esta misma semana el propio Cifuentes no quiso apresurarse a la hora de responder si pretenden seguir aumentando la inscripción con cuotas similares y prefirió esperar a ver cómo transcurre la cita de mañana antes de aventurar más cambios.

Aún y todo, para seguir avanzando en este terreno, estos días miembros del Fortuna mantienen contacto con los organizadores del Medio Maratón de Goteborg -considerada la decimoquinta prueba más grande del planeta y con 30.000 participantes en su última edición la pasada primavera- que han recalado en Donostia y con los que pretenden intercambiar experiencias. Ellos asistirán a una prueba menos concurrida que la suya, pero con otras similitudes como las convocatorias para niños, por primera vez en la Behobia de este año, o para discapacitados.

Ziani, tras Chema Martínez

En cabeza de carrera todo apunta al tercer triunfo consecutivo de Chema Martínez, aunque Kamel Ziani intentará endurecer un poco el previsible paseo que pretende darse el madrileño. El oriotarra vuelve a la carrera con opciones de podio.

Será su cuarta Behobia y por segunda vez pretende disfrutar del ambiente desde la privilegiada tribuna de reparto de trofeos -que en esta ocasión estará instalada en la plaza del Kiosco del Boulevard- como en el 94, el año de su debut en la prueba con un tercer puesto que le supo a gloria. En el 95 fue sexto con 1.02.56 y en 2001 regresó para rebajar a 1.01.33 su mejor registro y quedar quinto en la edición más africana.

Ziani ya no es el prometedor maratoniano de aquellos tiempos, tiene 34 años, es padre de dos niños y continúa viviendo en Orio, pero sigue siendo el fondista vasco a tener en cuenta, sobre todo en una carrera sin nombres de leyenda. Por eso estos días su teléfono no ha parado de sonar. «Si parece que voy a ir al Mundial», bromeaba divertido ante la atención que ha suscitado su presencia en la reina de las populares y el caso que le han brindado los medios de comunicación.

Ziani, que ha pertenecido a equipos grandes y pequeños, ha fichado esta temporada por un club de nuevo cuño patrocinado por una cooperativa, el Ampo Koop que ayer se presentó en Idiazabal. Con su nueva camiseta ganó recientemente en Ordizia, «sólo en medio de un vendaval» y mucho más fácil en la donostiarra Tres Playas o hace justo una semana en la carrera de su pueblo. «El objetivo es correr por aquí, el Campeonato de Euskadi de cross, la Azkoitia-Azpeitia... pero también algún maratón en Asia en febrero y si sale bien ir a los Juegos Olímpicos».

El oriotarra no tuvo, como la mayoría, que inscribirse vía internet. A finales de octubre, junto a su paisano Hossaim Kaanache, decidió apuntarse. Primero le dijeron que los dorsales estaban agotados desde mayo, después, tras conocer su identidad, le facilitaron el número 3.

Su intención es pelear con Martínez, el vencedor de las dos últimas ediciones. Ziani tiene mejor marca en la Behobia que el subcampeón de Europa de 10.000 metros (1.02.11) por una cuestión de mera competencia. Le conoce del cross y del maratón y admite que el fondista madrileño, «es superior y más rápido que yo, pero un mal día lo puede tener cualquiera y espero que la cosa esté peleada».

Ambos coincidieron el pasado domingo en el Cross de Atapuerca, con el atleta de Nike en el tercer escalón del podio y Ziani el decimosexto. Antes, Martínez cerró octubre con un segundo puesto en la BUPA Great Run de Portsmouth, una carrera de diez millas de recorrido celebrada en el sur de Inglaterra en la que superó a todos los africanos excepto a uno, al keniata Luke Kibet, desde agosto campeón mundial de maratón.

Después es probable que ambos vuelvan a encontrarse en los crosses de Laudio y Soria, las carreras que decidirán el equipo español para el Europeo de Toro en diciembre, pero antes Ziani anuncia guerra.

Y es que el pupilo de Enrique Pascual, dada la escasa competencia, esta vez no parece conformarse sólo con el Trofeo Diego García, que premia al primer guipuzcoano en meta y en cuya primera edición los hermanos del atleta fallecido entregaron a Ziani la réplica del azkoitiarra, sino que aspira al podio. El alavés Martín Fiz ha decidido disputar su primera Behobia a sus 44 años. El que fuera campeón mundial y europeo de maratón mantiene la forma y conociéndole buscará premio aunque sea en veteranos. La keniata Sarah Kerubo puede convertirse en la tercera ganadora africana, mientras el trofeo Maria Luisa Irizar, a la mejor guipuzcoana, está algo más abierto por la ausencia de la zarauztarra Iratxe Aranburu, brillante en las últimas ediciones, que en la actualidad se encuentra lesionada.

La última de Iñaki Castañeda

La Behobia en silla de ruedas vivirá su vigesimotercera edición y se puede ver favorecida por la presencia del catalán Roger Puigbo, abonado al podio como campeón en las tres ultimas ediciones y segundo en 2003, y Julien Casogi, segundo en el ranking europeo. Esa rivalidad puede atentar contra el récord de la prueba, esos 46.42 que mañana cumplirán cuatro años.

Habrá 24 participantes en silla de ruedas, entre ellos el veterano vizcaino Iñaki Castañeda, tradicionalmente el primer vasco en meta, que según comentaron en Kemen mañana se despedirá de la prueba. Además tomarán la salida 29 corredores con discapacidad visual, entre los cuales se encuentra el sucesor de Serafín Zubiri y 9 en motórica en donde Abderrahman Ait Khamouch pretende acercarse al viejo récord de Javi Conde, esos 1.04.13 que el basauritarra firmó en 1998.