El conflicto de las papeleras se cuela en la XVII Cumbre Iberoamericana
Los mandatarios iberoamericanos confrontaron ayer sus diferentes planteamientos sobre el camino hacia la cohesión social que propugna la XVII Cumbre Iberoamericana, en un primer debate enturbiado por el conflicto de las papeleras que enfrenta a Argentina y Uruguay. Venezuela, Ecuador y Cuba aseguraron que es imposible alcanzar la cohesión social bajo un un sistema capitalista.
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La primera sesión de trabajo de la XVII Cumbre Iberoamericana se debía centrar, inicialmente, en discusiones sobre la búsqueda de la cohesión social, asunto central de la cita en Santiago de Chile, pero el conflicto entre Argentina y Uruguay en torno a la papelera de la empresa finlandesa Botnia se introdujo inesperadamente en el debate.
La decisión del presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, de autorizar de forma repentina en la noche del jueves la puesta en funcionamiento ayer de la polémica papelera, provocó una airada reacción argentina, que tomó por sorpresa a los partici- pantes de la cumbre.
Fuentes uruguayas señalaron que Vázquez argumentó su repentina decisión de autorizar la puesta en marcha de la planta, instalada en las afueras de la ciudad de Fray Bentos, por la actitud adoptada por el saliente presidente argentino, Néstor Kirchner, que saludó en Santiago a los ambientalistas de Gualeguaychú, que cortan el puente que une esa localidad con la parte uruguaya, a los que Kirchner aseguró estar «siempre firme con la causa».
El Gobierno argentino reaccionó a la apertura de la papelera expresando su indignación y con críticas a lo que considera «política de hechos consumados de Uruguay».
Kirchner aprovechó su intervención en la sesión plenaria de la cumbre para expresar su dolor por el hecho de que el conflicto de las papeleras haya sido introducido (por Uruguay) como tema en la Cumbre Iberoamericana, pero añadió que «me he sentido muy mal, hoy el pueblo argentino se siente muy mal».
Tabaré Vázquez le respondió, minutos después en la misma sesión, que asume «el reto de continuar por el camino del diálogo» para intentar solucionar este conflicto.
Vázquez pidió que «nada separe a nuestros países, que sigamos el camino del diálogo y de la comprensión, que podamos superar circunstancias tan desgraciadas para nosotros en este momento tan importante y que encontremos el camino del máximo acercamiento, porque con los argentinos, más que vecinos, somos hermanos».
Pero fue punzante al renovar su queja por los cortes de puentes fronterizos que promueven argentinos contrarios a la papelera, por sus efectos contaminantes, y dijo coincidir con Cuba en que «los bloqueos son absolutamente ilegales y un golpe muy fuerte para cualquier comunidad».
Posteriormente, según fuentes argentinas, los dos mandatarios tuvieron un breve y áspero intercambio de opiniones, después de que Vázquez abordara a Kirchner con la intención de darle explicaciones, que el presidente argentino, aparentemente, rechazó. Las mismas fuentes afirmaron que Kirchner llegó a decir a su colega uruguayo que con la forma en que decidieron comenzar el funcionamiento de la planta «apuñala- ron» a Argentina.
Lo ocurrido en las últimas horas puede considerarse como un pésimo escenario, ya que la celebración de la cumbre de Santiago de Chile había despertado expectativas de un acercamiento que no sólo no se ha producido, sino que el encuentro ha venido acompañado de un aumento de la tensión.
Cohesión social
Al margen del conflicto del Río de la Plaza, el debate sobre la cohesión social puso de manifiesto las diferencias sobre los modelos propuestos por los distin- tos gobiernos iberoamericanos.
Los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Ecuador, Rafael Correa, así como el vicepresidente de Cuba, Carlos Lage, se unieron en una condena al imperialismo y afirmaron que es imposible imaginar la cohesión social bajo el sistema capitalista.
Chávez, que volvió a erigirse en el protagonista de la cumbre horas antes de su inicio, propuso colocar el tema de la transformación hacia «una sociedad de justicia social», idea que le parece más correcta que la de la cohesión social -que tiene como lema la Cumbre-, y avanzar hacia la integración, independientemente de las divergencias, para dejar atrás «la larga agonía de la pobreza».
Aseguró respetar la diversidad política que coexiste en Iberoamérica y la voluntad «de todos» por buscar soluciones a las desigualdades. «Unámonos de verdad», lanzó Chávez, quien defendió de forma férrea a su Gobierno y sus reformas y planteó la idea de un Petroamérica, similar, aunque para toda la región, a su iniciativa ya existente de Petrocaribe, en el marco de la cual ha sellado una alianza con los países caribeños para darles petróleo a bajo coste.
Rafael Correa, presidente de Ecuador, afirmó que el neoliberalismo dejó como legado la destrucción de la cohesión social en América Latina. «América Latina, no olvidemos jamás, es la región más desigual del planeta y ése debe ser el punto de partida para cualquier discusión sobre cohesión social (...) Aquí podemos encontrar pobres más pobres que en África y ricos más ricos que en Suiza», señaló.
Correa, que propuso al plenario que emita una dura condena de la xenofobia y el racismo, añadió que «sin un proyecto de vida en común, por más recursos que tenga un país, sencillamente éste como unidad social no podrá salir adelante».
El vicepresidente cubano, Carlos Lage, aseguró que nunca se alcanzará la cohesión social mediante las supuestas bondades del mercado, sino como fruto de un sistema de justicia e igualdad. Insistió en que para alcanzarla «hay que estar dispuestos a enfrentar a las egoístas y violentas oligarquías nacionales y a la política criminal de la actual Administración de EEUU».
La anfitriona del encuentro, Michelle Bachelet, alertó sobre la «ausencia de políticas que promueven la cohesión social», abogó por un «pacto social», y puso la «exitosa y conciliatoria» experiencia chilena a disposición de otros países.
El vicepresidente de República Dominicana, Rafael Alburquerque, instó, por su parte, a los países iberoamericanos a diseñar políticas para erradicar «el trabajo infantil que avergüenza» y que atenta contra la cohesión social.
El mandatario argentino, Néstor Kirchner, sostuvo que los abismos en las sociedades son consecuencia de los «modelos» que se aplican e instó a Iberoamérica a construir su propio modelo, que «respete» la diversidad, pero siente las bases para construir el camino hacia una mayor igualdad en cada uno de los países.
La Cumbre por la Amistad e Integración de los Pueblos Iberoamericanos, conocida como la Cumbre de los Pueblos, arrancó con la participación de organizaciones sociales, culturales, grupos indígenas y movimientos de izquierda que no comparten la visión neoliberal y apuestan por la consolidación del socialismo en América Latina y, en este sentido, hizo un llamamiento a fortalecer la lucha social.
Los participantes en este encuentro alternativo a la Cumbre Iberoamericana, ambas con sede en Santiago de Chile, debatieron sobre cambio climático, inmigración, violencia contra las mujeres y autogobierno indígena.
Ayer se aprobó el «Manifiesto de Santiago», que será entregado a los presidentes y jefes de Estado de la otra cita, en el que se rechaza el modelo económico neoliberal vigente en la mayoría de los países de la región. Sus firmantes se comprometen a avanzar «hacia la democratización, unidad, soberanía y autodeterminación de nuestros pueblos y naciones» y constatan el «resurgimiento de un extendido protagonismo de movimientos y fuerzas políticas progresistas», que han favorecido la elección de mandatarios «afines al gran ideario de la emancipación, unidad e integración latinoamericana».
La clausura de esta cumbre tendrá lugar hoy con un acto masivo en el Estadio nacional, al que acudirán los presidentes Hugo Chávez (Venezuela), Evo Morales (Bolivia) y Rafael Correa (Ecuador) y el vicepresidente cubano, Carlos Lage. Han sido invitados también, aunque no han confirmado aún su asistencia, Daniel Ortega (Nicaragua), Tabaré Vázquez (Uruguay), Néstor Kirchner (Argentina) y Luiz Inazio Lula Da Silva (Brasil).
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Hugo Chávez calificó al ex presidente español José María Aznar de «verdadero fascista», al tiempo que criticó duramente a la patronal española, a la que acusó de haber sido parte de la «oligarquía empresarial» que apoyó el golpe de Estado de abril de 2002 en Venezuela.
Carlos Lage afirmó que la cohesión social será inalcanzable si todos los seres humanos no tienen los mismos derechos, si el dinero domina y corrompe, y sin un orden político y económico «justo y democrático».
El Gobierno de Uruguay cerró ayer por la tarde la frontera con Argentina en el puente internacional que une Fray Bentos y Gualeguaychú para prevenir el paso de militantes ambientalistas que pretenden protestar por la puesta en marcha de la papelera.
Las FARC aprueban la mediación del presidente venezolano, Hugo Chávez, en la búsqueda de un acuerdo humanitario, pero «no tienen confianza en el Gobierno de Álvaro Uribe y en ninguno de sus funcionarios», según asegura el portavoz de la guerrilla, Raúl Reyes, en un vídeo proyectado en el marco de la Cumbre de los Pueblos. Añadió que por eso consideran «ineludible» la desmilitarización de los municipios de Pradera y Florida, lo que reconoció que no es fácil, pero que hay que conseguir «cuanto antes». La aparición de Reyes despejó definitivamente los rumores sobre su presencia en Santiago y su participación en la cumbre alternativa.
Álvaro Uribe volvió a rechazar la petición de desmilitarización así como el envío del vídeo a la Cumbre de los Pueblos, sobre la que planeó esta cuestión.
Coincidiendo con el mensaje de desconfianza, la senadora Piedad Córdoba, facilitadora del proceso, a petición del Gobierno de Colombia, reveló ayer que tras su encuentro en agosto con Raúl Reyes, el Ejército bombardeó el campamento donde se produjo la reunión, lo que, dijo, hace pensar que podría existir «un juego sucio» para eliminar a los miembros de las FARC con el pretexto de la búsqueda del acuerdo.
El Gobierno de Uribe respondió que las operaciones contra el «terrorismo» son diarias, al margen de las reuniones que Córdoba mantenga con miembros de las FARC como facilitadora y agregó que supo de aquel encuentro por los medios.
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