La retirada de Leterme hunde aún más la escasa viabilidad de Bélgica
Después de 174 días intentado formar un Gobierno que haga frente a las reformas constitucionales necesarias para responder a las demandas de un mayor autogobierno flamenco, Yves Leterme decidió arrojar la toalla al no poder lograr un acuerdo con los partidos valones. Esta crisis, la mayor de las vividas por el Estado belga, evidencia, una vez más, que la convivencia entre flamencos y valones es tremendamente complicada.
GARA | BRUSELAS
Tras reunirse con el rey Alberto II,Yves Leterme hizo pública ayer su incapacidad de formar Gobierno en Bélgica, lo que demuestra que flamencos y valones siguen viviendo de espaldas. Leterme fue el vencedor de las elecciones legislativas al Parlamento federal que se celebraron el ya lejano 10 de junio al frente de una coalición formada por democristianos e independentistas flamencos (CDV/N-VA), en cuyo programa destacaba la demanda de una mayor autogobierno para Flandes.
Esta demanda ha sido fuertemente rechazada por los partidos valones, que debido al sistema electoral vigente en el Estado belga, resultan imprescindibles para la formación de Gobierno.
«Estoy dispuesto a seguir trabajando en la búsqueda de soluciones para el futuro», declaró Leterme tras reunirse con el rey, una de las pocas figuras que mantienen la unidad del Estado belga.
«Durante las últimas semanas y meses, he hecho todo lo que era posible para llevar este barco a buen puerto. Lamentablemente, no ha sido posible», añadió el líder de la CDV.
Junto a ello, Leterme insistió en la necesidad de introducir reformas en el Estado belga para satisfacer las demandas de autogobierno de los flamencos, entre quienes, según señalan distintas encuestas, crece el sentimiento independentista al constatar que el actual sistema político no responde a sus necesidades. «El país y sus habitantes necesitan un Gobierno fuerte y enérgico, pero estoy convencido de que no será posible conseguirlo si no se afrontan las reformar que son necesarias», señaló.
Precisamente, Leterme dejó claro que la imposibilidad de alcanzar un acuerdo en este aspecto con los partidos valones es la principal causa de que Bélgica esté todavía sin Gobierno federal. «No ha sido posible llegar a acuerdos claros sobre el contenido de estas reformas. Pienso que no es serio continuar si no hay un acuerdo en este sentido», añadió.
El Palacio Real belga confirmó, mediante un breve comunicado, que «el señor Leterme ha reclamado ser liberado del encargo de formar Gobierno. El Rey ha aceptado este requerimiento».
¿Verhofstadt hasta 2009?
Tras el segundo fracaso de Leterme en el intento de formar una coalición de Gobierno en Bélgica, ahora se abre la incógnita de qué pasos se seguirán en este país europeo. Los medios belgas señalaban ayer la posibilidad de que el actual Gobierno en funciones -presidido por Guy Verhofstadt [flamenco como Leterme, pero perteneciente al liberal VLD], pese a que perdió en las urnas- continuase con algunas incorporaciones para reforzarlo,
Sería prolongar la situación que se ha estado viviendo en Bélgica en los últimos seis meses. El objetivo sería aguantar con esta fórmula hasta las elecciones regionales, previstas para 2009.
Los partidos valones rechazaron ayer el ultimátum que Leterme les había planteado el viernes para que aceptasen la necesidad de reformar el Estado belga para dar mayor capacidad de autogobierno a Flandes. Horas después de la negativa, Leterme renunciaba a seguir intentando la formación del Gobierno federal.
Concretamente, Leterme quería saber si sus eventuales socios de coalición estaban dispuestos a negociar «sin ninguna clase de tabúes» sobre estas reformas en el marco de una Convención Parlamentaria convocada específicamente para esta cuestión.
Leterme preguntó si estaban dispuestos a aceptar que las «regiones» [Flandes, Valonia y Bruselas] tuviesen autonomía fiscal para otorgar exenciones a las empresas, así como su posición sobre la posibilidad de aprobar reformas para lograr mayor autogobierno en votaciones en el Parlamento federal.
Los dos partidos valones que estaban negociando con Leterme, el liberal MR y el cristianodemócrata CDH, respondieron en la madrugada de ayer, pero recurriendo a las evasivas. Así, el MR contestó con un «sí», pero muy ambiguo, ya que no se posicionó claramente sobre las votaciones en el Parlamento, una cuestión que, a priori, podría provocar una agria polémica en la Cámara.
El CDH, mucho más radical en el rechazo al autogobierno flamenco, simplemente, se negó a contestar a los requerimientos de Leterme.
Ante esta situación, y ya que Leterme no podía formar Gobierno en torno al punto principal de su programa, decidió arrojar la toalla.