«Amejoramenduarekin, demokrazia zero». Este era el lema de la pancarta tras la que se manifestaron ayer tarde en Iruñea algo más de 2.000 simpatizantes de la izquierda abertzale, en vísperas del Día de Nafarroa, en un acto promovido por EAE-ANV.

La izquierda abertzale puso así el contrapunto habitual a las celebraciones oficiales, y especialmente en esta ocasión a los interminables festejos destinados a conmemorar que este año se cumplía un cuarto de siglo desde que el Amejoramiento fue aprobado. Desde la tribuna, bajo el Monumento a los Fueros del Paseo de Sarasate, los electos ekintzales Mariné Pueyo y Fermin Irigoien trajeron a colación que esta norma no pasa de ser «un estatuto más», que ni siquiera ha pasado el filtro del refrendo popular, que está sometida a una Constitución española que no fue aprobada por los vascos, y que se diseñó expresamente para separar a Nafarroa del resto de territorios vascos. Irigoien añadió que ambas normas cumplen estos días sus efemérides y que sus objetivos están enlazados: «Una es la de la imposición (por la Constitución) y otra la de la partición (por el Amejoramiento)».

Pueyo, concejala de ANV en el Ayuntamiento de Iruñea, insistió en desmontar la «gran mentira» de que el Amejoramiento dio a Nafarroa un «carácter especial. Su carácter especial procede de otra cosa: el hecho histórico de que los vascos y vascas fuimos un estado independiente», recordó entre aplausos.

El cambio y la encrucijada

A su lado, Irigoien -edil en Berriozar- subrayó en euskara que la partición ejecutada por el Amejoramiento se ha intentado apuntalar en estos años desde las instituciones navarras con constantes ataques a la esencia de Nafarroa, a su cultura o a su lengua.

La ofensiva, sin embargo, no ha tenido éxito, según constataron ambos citando como prueba lo ocurrido en los últimos meses. Recordaron que la pasada campaña electoral la palabra «cambio» ocupó todos los programas electorales. Pero subrayaron que no todos hablan de lo mismo. Y que, en última instancia, en verano se evidenció que «se decide en Madrid».

Apuntaron que en la situación actual hay dos direcciones de salida para ese cambio pendiente: «Una hacia tiempos pasados, reeditando el fraude, que parece ser una puerta que todos quieren cruzar los primeros; y otra hacia un futuro democrático, de progreso y democracia».

Ante la mirada de las decenas de efectivos policiales que acompañaron a la marcha en todo momento, los electos ekintzales reivindicaron en este punto el valor de la propuesta para la creación de un marco democrático. Pueyo fue contundente al asegurar que «PSOE y PNV rompieron el proceso de negociación porque no pudieron llevar a la izquierda abertzale adonde querían, y ahora tienen la misma hoja de ruta», que ve caracterizada por la represión. Pero advirtió al Gobierno del PSOE de que si insiste en aferrarse al «no» como única estrategia «se volverá a equivocar. El Estado español no tiene un problema con la izquierda abertzale, sino con este pueblo».

«El futuro es la independencia»

Si la consecución de un nuevo marco se plantea como la prioridad clara para la izquierda abertzale, más allá, el horizonte de su proyecto no es otro que la independencia. Durante el recorrido fueron especialmente intensos los gritos en favor de esta opción, ahora vetada.

A ello se refirió Fermin Irigoien, que afirmó que los mandatarios estatales saben bien que el futuro de Nafarroa «está en un Estado vasco independiente», y aseguró que por eso se cierran en banda ante la demanda de otro marco. «Ofrecen sólo Constitución y represión», añadió rotundamente.

En este contexto, los electos ekintzales (en la pancarta de cabeza iba además el cabeza de la lista ilegalizada al Parlamento, Santi Lorente, y otros concejales) destacaron sobremanera la importancia de las próximas elecciones estatales. Pueyo dejó claro que la de EAE-ANV es una apuesta firme: «La izquierda abertzale lo tiene claro, vamos a ser la única fuerza de Euskal Herria que defienda el derecho a decidir, la única que presente una propuesta para solucionar el conflicto político y armado, y la única que va a defender con uñas y dientes la independencia de nuestro pueblo».

«Atxilotuak askatu»

La movilización discurrió entre la amenaza de lluvia, desde la antigua estación de autobuses hasta el Monumento a los Fueros pasando por la Delegación del Gobierno español y las sedes de UPN y PSN. Los últimos acontecimientos marcaron las conversaciones; en los corrillos se cruzaban impresiones sobre lo ocurrido en Capbreton y las detenciones de la víspera.

En la marcha hubo insistentes gritos de «Atxilotuak askatu», «Errepresioa ez da bidea» o «Alde hemendik, utzi bakean». Todos se tornaron en una ovación cuando subió al estrado el navarro José Ramón Aranguren, uno de los procesados en este macrosumario 18/98, aunque quedó fuera del juicio por una enfermedad y tiene pendiente sentarse en el banquillo.

Aranguren lanzó un abrazo a sus compañeros y a todo el Colectivo de Presos. Un colectivo que cree que el PSOE quiere aumentar a toda costa: «Se ha empeñado en llenar la cartilla con más de 1.000 presos para las elecciones», estimó. Advirtió de que el objetivo es «hacer desaparecer a Euskal Herria» y lamentó que «mientras tanto, NaBai o el PNV vivan atados a esa España y quieran seducirla».