Olano
Jóvenes
El magistrado Grande-Marlaska no recibe a los jóvenes donostiarras que acuden a presentarse ante el tribunal especial que ordenara su captura. Prefiere que los detengan los policías, aunque sea a la entrada de la Audiencia Nacional española, que duerman en comisaría, y luego lleguen a su despacho, para seguir a partir de ahí con el protocolo tan penoso como estéril de encarcelar a cuantos más vascos mejor.