Pablo Gorostiaga ha sido el alcalde que más años ha presidido la Corporación municipal laudioarra desde la muerte de Franco. El pasado 30 de noviembre fue detenido por la Guardia Civil para ser conducido a la prisión de Soto del Real por orden de la Audiencia Nacional española por su trabajo a favor de ``Egin''. Gorostiaga estaba en su explotación ganadera de Albisua, en las faldas de Gorbeia.

Su encarcelamiento, al igual que el de los hermanos Patxo e Isidro Murga y Elena Beloki, todos ellos laudioarras, motivó la presentación de una moción por parte de los cinco ediles de EAE-ANV. Pedían que se condenara la sentencia del 18/98 y se reclamara la libertad de sus víctimas. La iniciativa ekintzale, segunda fuerza política en la localidad alavesa, fue rechazada por los votos de PNV, PSE y PP.

Jeltzales y partidos de obediencia española no quieren cuestionar el encarcelamiento masivo por el sumario 18/98, a pesar de que estos cuatro vecinos son conocidos y apreciados tanto en Laudio como en Areta, de donde son naturales Pablo Gorostiaga y Elena Beloki. Isidro Murga, por ejemplo, ha participado en muchas actividades gastronómicas, entre ellas la popular feria de San Blas.

La condena contra el ex alcalde ha sacudido especialmente las conciencias de muchos jelkides laudioarras, que, a título personal, la rechazan aunque son incapaces de hacerlo en público, según subrayaron algunos de los congregados ayer al mediodía en el parque de Lamuza durante el paro convocado para denunciar los ataques contra el independentismo vasco.

Varios centenares de personas se concentraron tras una pancarta con el lema «Demokrazia Euskal Herriarentzat. Errepresiorik ez. Atxilotuak askatu». Fueron éstas algunas de las consignas que corearon en la manifestación que recorrió las principales calles de Laudio y que concluyó frente a la casa consistorial, donde permanecieron concentrados hasta las 13.00.

A las puertas de las fábricas

La presencia de público en el mercado semanal fue menor durante la hora que duró la protesta, que tuvo también su reflejo en los accesos a las plantas de Tubacex, JEZ e Inauxa. Otros trabajadores -los de los diferentes centros educativos, Ayuntamiento y diversas empresas- se sumaron a la concentración y posterior manifestación convocada por LAB.

Fue una más de las muestras de solidaridad con los imputados. El 30 de noviembre y 1 de diciembre se llevaron a cabo sendas manifestaciones en Laudio, a las que hay que añadir la que tuvo lugar el 6 de diciembre en Areta, una de las pocas que ha habido en los últimos años.

El trabajo realizado por Gorostiaga en favor de sus convecinos en los tres mandatos que fue alcalde, al margen de su labor como edil en el franquismo, es la causa del aprecio que cosecha. Lo mismo sucede en el caso de los hermanos Patxo e Isidro Murga y Elena Beloki, ésta alejada de su localidad natal aunque con profundas raíces en Areta a pesar de los años de exilio y cárcel que ha soportado antes de esta nueva condena de la Audiencia Nacional española.

A las puertas de la casa consistorial, los concentrados dejaron claro que hay razones para oponerse al encarcelamiento.