Los donostiarras Insignificantes vuelven a la escena tras la publicación, hace ya dieciséis años, del disco «Cuestión de tiempo». Pero la espera ha merecido la pena. Los componentes del grupo aseguran que están más que satisfechos con este segundo álbum, de título «Insignificantes». Y es que, tal y como aclaró Iñaki Telleria, batería y percusionista del grupo, «lo que queremos es vender música, no un producto, que es lo que se suele hacer hoy en día». «Ofrecemos frescura», puntualizó.

El sonido de Insignificantes tiene un alto componente pop, aunque con ramalazos funkys, toques disco y la fuerza del rock. Al grupo no le importa que lo cataloguen entre las formaciones de sonido pop, aunque matizándolo. «Hacemos pop y nos gusta, lo que pasa es que hoy en día este tipo de música se asocia a música fácil», algo con lo que no están de acuerdo, según explicó Telleria.

Keno Mitxelena (piano acústico, teclados, programaciones y coros) señaló, por su parte, que el primer objetivo que se marcaron ya lo han cumplido, es decir, «sacar el disco», y que ahora están preparando a conciencia los directos.

«Somos muy perfeccionistas, lo miramos todo, y por eso no queríamos ir a tocar en directo sin prepararlo todo antes, no queríamos precipitarnos. El mercado de conciertos en Donostia está saturado y queremos hacerlo bien para que la gente se quede con Insignificantes», explicó Mitxelena.

El CD reúne nueve canciones, algunas de ellas viejas composiciones que han ido amoldando, entre las cuales también se puede oír una versión, «Rosas», de la formación alemana de rock progresivo RPWL.