Fin del estado de excepción en Pakistán, operación cosmética de cara a Occidente
GARA |
El anuncio por parte del presidente golpista paquistaní, Pervez Musharraf, del levantamiento del estado de excepción no supondrá en modo alguno la censura vigente ni servirá para restituir en sus cargos a los jueces del Supremo destituidos el pasado 3 de noviembre.
«No es más que un ejercicio de relaciones públicas para tranquilizar la conciencia de Occidente», constata Hasan Askari, decano de la Universidad de Políticas del Punjab.
Los 37 jueces destituidos no serán nunca reintegrados. Muchos de ellos siguen prisioneros.
Paralelamente, el Gobierno ha anunciado que seguirá vigente la prohibición de emisiones públicas en directo y el castigo a la «difamación» del presidente, el Gobierno y el Ejército.
Todo ello en vísperas de las «democráticas» elecciones legislativas del 8 de enero
Atentado en Baluchistán
Un doble atentado contra el Ejército en una localidad de Baluchistán se saldó ayer con al menos siete muertos.
Los baluchis luchan con las armas por sus derechos y contra el expolio de sus riquezas naturales por parte de Pakistán.