E n la vorágine de la pasada Feria del Libro y Disco Vascos de Durango no resultaba sencillo hallarlos, pero también había libros de teatro. Existe también una feria anual ad hoc, pero claro, a ella sólo suelen acudir las gentes del gremio. El Salón Internacional del Libro Teatral se ha celebrado en Sevilla justo el fin de semana anterior a la Azoka de Durango. Pero aquí las muchedumbres y las aglomeraciones no suelen formar parte del evento.

En Euskal Herria contamos con dos de las editoriales de teatro más activas del Estado español. Y es curioso, porque en este ámbito abundan por otras latitudes las editoriales institucionales, que aquí brillan por su ausencia. Y ahí está la iniciativa privada, por supuesto apasionada y lunática, de editoriales como Hiru o Artezblai. La ya larga y estimulante labor de la hondarribitarra Hiru acaba de ser precisamente reconocida y galardonada en Sevilla. Probablemente sean ustedes lectores de los libros de otras colecciones de esta editorial y desconozcan, sin embargo, que sin Hiru no habríamos podido leer a los grandes dramaturgos contemporáneos: Bernhardt, Handke, Weiss, Müller, Fo, Passolini, Koltès, Pinter o Mamet.

En su último espectáculo -que se pudo ver el pasado fin de semana en Bilbo y en Barakaldo-, la compañía barcelonesa Amaranto realiza un abierto ejercicio de autocrítica en el que cuestiona el valor y el sentido del arte en la actualidad: «¿Es necesario esto?», se preguntan a bocajarro, «¿Para quién?». Los libros de Hiru o de Artezblai son una respuesta a esta pregunta valiente y necesaria en un ámbito a veces tan autocomplaciente y tan reacio a la autocrítica como es el teatro. El último libro que ha publicado Artezblai deja pocas dudas en esto de la necesidad del teatro, y de qué teatro es hoy necesario. Me refiero a «Trilogía. Actos de Resistencia Contra la Muerte», de Angélica Lidell, obra bellísima y contundente contra el presente estado de cosas, contra nuestra bienpensante y buenista hipocresía, contra nuestro empeño por mirar hacia otro lado. A Durango y a Sevilla Artezblai ha llevado también «Arrainen bazka», la traducción al euskara de la obra teatral que el pasado año obtuvo el Premio Euskadi de Literatura; este comprometido drama laboral que es «Comida para peces», del madrileño Javier de Dios López, fue editado por Hiru.

Hiru acaba de reeditar también «Una extraña aventura», pieza dramática de la que fue alma mater y motor de esta editorial, Eva Forest; una historia carcelaria surgida de la experiencia propia. Al final de su obra, Amaranto da voz a través de un vídeo a variopintos artistas que responden a las preguntas planteadas: «El teatro es necesario porque el mundo necesita un alma guerrera», responde la teatrera Semolina Tomic.