Tambien conocida como la «casa de Molière», la Comédie Française sienta sus reales en el parisino Palais-Royal desde nada menos que 1799. Fundada después de la muerte de Jean-Baptiste Poquelin (1622-1673), quien firmaba como Molière los textos que le convirtieron en uno de los grandes comediógrafos de la literatura occidental, la calidad de sus producciones y el prestigio obtenido durante su larga vida la han llevado a ser considerada como casi mítica. Un ejemplo: por ella han pasado grandes nombres de todas las épocas, como las actrices Sarah Bernhardt y Jeanne Moreau. También han recalado en ella directores nada convencionales, como Lukas Hemleb, quien firma la versión de «El misántropo» que se podrá ver la semana próxima en Baiona.

El berlinés Hemleb tiene en su trayectoria proyectos que van desde grandes producciones operísticas, a montajes con compañías africanas pasando por el teatro tradicional chino. El próximo año se representará en la Ciudad Prohibida de Pekín la obra que ha dirigido para una compañía de Taiwán. Hombre de larga y ecléctica carrera, esta versión de «El misántropo» es su segunda colaboración con la Comédie, con la que anda de gira por el Hexágono. «El Misántropo» es una de las tres obras cumbre de Moliére, junto al «Tartufo» y «Don Juan». Fue también una inflexión en la carrera del autor, arruinado y deprimido por la prohibición de representar en la corte. La presentó ante el pueblo parisino y fue su primer gran éxito popular.