La falta de un acuerdo global marca la recta final de la cumbre de Bali
Tras dos semanas, la cumbre sobre el cambio climático de Bali llega hoy a su fin. Ayer, se apuraban las negociaciones para alcanzar un acuerdo, algo difícil de conseguir ante la negativa de países como Estados Unidos a ratificar el Protocolo de Kioto y fijar un porcentaje para la reducción de gases con efecto invernadero. El ex vicepresidente estadounidense, Al Gore, responsabilizó a su país de «obstruir cualquier progreso» y propuso un pacto mundial sin EEUU.
GARA|
La cumbre sobre el cambio climático de Bali corre el grave riesgo de acabar en un rotundo fracaso ante la oposición de algunos países, encabezados por Estados Unidos, a ratificar el Protocolo de Kioto y establecer una «línea directriz» para la reducción de las emisiones de gas con efecto invernadero.
El secretario ejecutivo de la Convención Mundial de la ONU sobre el Cambio Climático, Yvo de Boer, advirtió de que el desacuerdo entre Washington y la Unión Europea sobre esta cuestión amenaza con hacer descarrilar las conversaciones. «Estoy muy preocupado ante el ritmo de las cosas», admitió. «Si no damos con la formulación de un texto para el futuro, entonces, el castillo de naipes se caerá en pedazos enteros», subrayó.
EEUU ha rechazado el lenguaje de un borrador porque, al parecer, sugiere que en las próximas negociaciones para diseñar el tratado que sustituirá al de Kioto se pedirá a las naciones industrializadas que, de aquí a 2020, reduzcan sus emisiones entre un 25 y 40%. Canadá, Japón y Australia también se oponen a esta restricción.
Otro de los puntos de discordia es la financiación de las medidas de adaptación, cruciales para ayudar a los países en situación vulnerable a afrontar el cambio climático.
Ante este impasse y sin un preacuerdo sobre la mesa, la UE amenazó con boicotear las conversaciones sobre cambio climático organizadas por Washington para enero en Hawai.
EEUU ha invitado a otras 16 grandes economías, incluidos países europeos, Japón, China e India a discutir un posible programa de reducciones voluntarias nacionales, frente a los objetivos vinculantes de reducción de emisiones que defiende la UE y otros países presentes en Bali.
Uno de los que está ahí es el ex vicepresidente estadounidense Al Gore que, junto a Rajendra Pachauri, acaba de recibir el premio Nobel de la Paz por su posicionamiento contra el cambio climático.
Gore instó a los delegados asistentes a la reunión a tomar acciones urgentes Por ello, sugirió a los ministros de Medioambiente que alcancen un acuerdo mundial sin Estdos Unidos. «Yo no soy un responsable oficial ni tampoco sumiso a las conveniencias diplomáticas. Por tanto, voy a decir una verdad incómoda. Mi propio país es el principal responsable de obstruir cualquier progreso en Bali», subrayó entre aplausos. «Puedes sentir cólera y frustración y volverte en contra de EEUU, u optar por el progreso y luchar contra las dificultades», insistió en su intervención.
Sobre este posicionamiento, la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, resaltó que «Gore se equivoca». Su propuesta no es más que otro claro reflejo de las dificultades para llegar a un acuerdo de mínimos.
Ayer mismo, el titular de Medioambiente francés, Jean-Luis Borloo, emplazó a EEUU a que asuma las «cifras y fechas» que se barajan en la cumbre para luchar contra el cambio climático y sus consecuencias.
Los efectos del cambio climático se dejan sentir ya de diversas maneras. Así, el número de catástrofes naturales ha aumentado en 2007 alrededor de un 20%. La Federación Internacional de la Cruz Roja cifró en 427 los desastres naturales en 2006. Atendiendo a los registrados entre 1987 y 1996, y los ocurridos desde 1997 a 2006, han aumentado un 60%. El número de víctimas mortales entre ambos periodos también se ha duplicado, pasando de 600.000 a 1,2 millones. El secretario general de la Federación de la Cruz Roja, Markku Niskala, subrayó las graves consecuencias que acarrean este tipo de catástrofres, sobre todo, en el caso de las mujeres, niños, mayores y minorías, ya de por sí víctimas de la discriminación. A modo de ejemplo, recordó que en el tsunami de diciembre de 2004, por cada hombre, murieron tres mujeres.
Otra de las consecuencias es el aumento de la temperatura. A este respecto, la Organización Mundial de la Meteorología (OMM) alerto de que 2007 ha sido uno de los diez años más calurosos que se conocen y que cerrará el decenio con la temperatura media global en superficie más alta nunca antes registrada.
Para el meteorólogo Omar Baddour, estos datos son las constatación de que el cambio climático «es un hecho» y que su impacto «ha sido ampliamente probado».
El elevado desarrollo industrial también supone una seria amenaza para la superviviencia del salmón rosa, que habita al oeste de Canadá. La proliferación de un parásito en las piscifactorías ha puesto en grave riesgo su conservación.