Diego Armando Maradona lo ha sido todo durante su carrera como futbolista. Para algunos ha llegado a ser hasta un Dios y sus más fieles seguidores lo han convertido hasta en religión. Sabe lo que es el éxito, alcanzó la cima y también ha conocido la caída. Pero hay que reconocerle que, después de muchos años, sigue siendo fiel a sus raíces, a los pobres, a su pueblo. El gesto simbólico de tatuarse la cara de Hugo Chavez en su cuerpo junto a Fidel Castro y Che Guevara lo demuestra. Habría tenido mucho más fácil apuntarse con la oligarquía y el stablishment del capitalismo, pero se coloca en frente de los opresores. Significativo.

Salvando las distancias y las diferencias, en Euskal Herria también podemos estar orgullosos de nuestros deportistas. Una vez más han vuelto a dar un paso hacia adelante. En tiempos en los que definirse puede ser sinónimo de problemas, muestran su valentía y reivindican que están dispuestos a hacer lo que esté en sus manos para que su pueblo sea reconocido y compita a nivel internacional con un mensaje claro. Por un lado, que las respectivas federaciones deportivas vascas y las instituciones den pasos hacia la oficialidad. Y, por otro, que los estados español y francés respeten la voluntad de los deportistas de representar a la nación que consideran suya.

El paso de los deportistas, sin embargo, deja en fuera de juego a los `engaña-públicos' de siempre. Están picados porque les han cambiado el nombre de su selección -miren sino las declaraciones infantiles de Urkullu, Anasagasti y compañía-, piden la dimisión del presidente de la Federación por no consultar la decisión con ellos y le acusan de falta de coherencia por ser «amigo» de Villar. No lo digo yo, lo dice Aitor Esteban, diputado del PNV en el Congreso de Madrid en un articulo publicado en «El Correo español».

Impresionante. !Qué capacidad para dar volteretas! Lo mejor de todo es que ahora defienden la unidad de acción entre federación, instituciones y sociedad para avanzar hacia la oficialidad. Algunos tenían la mano tendida en ese sentido desde hace años, aunque nunca es tarde si la dicha es buena.

Pero a la primera oportunidad que tienen demuestran que no han cambiado. Siguen sin pasar de las palabras. ESAIT presenta una moción en ese sentido en el Ayuntamiento de Mungia. El lema es «Abenduan, denok batera, nazio bat selekzio bat» y, en vez de apoyarla, sin argumentar ningún motivo ni el porqué de su rechazo, los representantes del Partido votan en contra y presentan otra moción. Son así. Seguro que esta historia se repite en otros pueblos. Entienden este país como un gran batzoki y así nos va. Rechazo a todo lo que no está bajo su control. Están equivocados. Las selecciones no son de un Partido, son del pueblo.