El presidente de Turquía, Abdullah Gül, rechazó el martes cualquier negociación con la guerrilla kurda del PKK, con bases en Kurdistán Sur, al afirmar que dialogar con ella sería como invitar a su mesa a al-Qaeda.

Tras reunirse con su homólogo estadounidense, George W. Bush, indicó que una solución política con el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) sería imposible ya que se trata de «terroristas» que «atacan a Turquía desde otro país» y cuyo objetivo, aseguró, «son los civiles y las fuerzas de seguridad».

Gül, que equiparó al PKK con al-Qaeda, aseguró que nunca ha tratado con Bush la posibilidad de buscar una solución política al conflicto kurdo e indicó que en la reunión del martes, le garantizó que Washington continuará ayudando militarmente a Ankara contra el PKK. «Luchamos contra un enemigo común, los terroristas, y este enemigo común es el PKK», dijo.