la reforma laboral sólo beneficia a los empresarios
La precariedad laboral aumentó en Hego Euskal Herria durante 2007
La precariedad laboral aumentó en Hego Euskal Herria en 2007. Nueve de cada diez contratos de trabajo son temporales, pese a que el Acuerdo para la Mejora del Crecimiento y el Empleo, firmado por el Gobierno español, CCOO y UGT y la CEOE en julio de 2006, adelantó que mejoraría la calidad del empleo. Esa reforma laboral también es un fracaso y sólo los empresarios se han beneficiado de la misma, por las subvenciones.
Juanjo BASTERRA | BILBO
El Acuerdo para la Mejora del Crecimiento y el Empleo, firmado en Madrid a mediados de 2006 por el Gobierno español, las centrales CCOO y UGT y las patronales CEOE y Cepyme, fijó como objetivo fundamental «aumentar la estabilidad en el empleo» y, a la vez, ofrecer «mayor calidad y disminución de la precariedad laboral». Sin embargo, esta última reforma del mercado de trabajo, una vez más, no ha logrado esas pretensiones iniciales. Es una historia que se repite desde 1984. Las sucesivas reformas sólo han sido eficaces para los empresarios, que han conseguido abaratar el despido y reducir el pago de cotizaciones sociales, a la vez que han logrado mayores bonificaciones económicas para la contratación
Tanto ELA como LAB adelantaron, de forma previa, el «engaño» que iba a suponer para los trabajadores, como así ha sido. Los datos cerrados de contratación laboral en 2007 demuestran que la precariedad laboral ha aumentado en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa. Sólo uno de cada once contratos de trabajo firmados el año pasado tuvo carácter indefinido. UGT y CCOO a nivel estatal han reconocido que se ha producido un frenazo en la creación de empleo fijo, aunque siguen defendiendo el acuerdo de julio de 2006 con los empresarios y el Gobierno español.
Negocio redondo
El acuerdo de 2006 sólo beneficia a los empresarios, que obtuvieron subvenciones y una reducción de las cotizaciones sociales, a la vez que se les ha garantizado el mantenimiento de la elevada rotación laboral de los contratados temporales que, por otro lado, obtienen salarios inferiores en un 30% de media sobre los asalariados fijos y, además, son más baratos si se les tiene que despedir.
Un negocio redondo para los empresarios en el que, una vez más, han colaborado la Administración pública y los sindicatos estatales CCOO y UGT. Hego Euskal Herria cuenta con una población ocupada de 1.269.500 personas, de las que un poco más de un millón son asalariados. En cinco años, se han firmado un total de 5.137.470 contratos de trabajo, cinco veces más que la población asalariada y sólo uno de cada doce contratados entre 2003 y 2007 lograron puestos de trabajo fijos. Cada una de las reformas que se han producido en el mercado de trabajo durante los últimos 24 años ha supuesto una eliminación de derechos de la clase trabajadora y una desestabilización progresiva del mercado de trabajo.
El 90,67% de los contratos firmados el año pasado tuvieron carácter temporal en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa. En 2006, se firmaron 107.139 contratos fijos, pero en 2007 se ha reducido a 104.633 contratos, lo que significa que sólo se ha logrado un contrato estable por cada once temporales. Cada trabajador temporal registra al año cinco contratos de trabajo, muchos de ellos se encuentran en fraude de ley porque son tareas continuas. La precariedad laboral se intensifica en Euskal Herria, a la vez que se demuestra que la tasa de temporalidad del empleo ocupado duplica la media de la Unión Europea en este momento.
Según los datos oficiales, sólo uno de cada cinco contratos fijos que se firmaron el año pasado fueron a parar a los jóvenes con una edad inferior a 25 años. La tasa de temporalidad entre los trabajadores jóvenes supera el 70% en Hego Euskal Herria, lo que demuestra el nulo efecto que la última reforma laboral ha tenido sobre el mercado de trabajo.
El fracaso de esa reforma laboral es absoluto para la clase trabajadora. Sin embargo, los empresarios sí que han obtenido una rentabilidad importante en el mercado de trabajo.
Beneficio para unos pocos
Según los datos oficiales, la reforma tiene un coste anual para las arcas públicas de 4.300 millones de euros porque los empresarios obtuvieron subvenciones por realizar contratos fijos, por un lado, y reducciones en las cotizaciones sociales. No sólo se compensó a los empresarios con una desregulación del mercado de trabajo, sino que también obtienen premio por contratar de forma temporal y con empleos de baja calidad.
La necesidad de mano de obra fija en las empresas es clara. En 2006, se firmaron en Hego Euskal Herria 30.363 contratos fijos más que un año antes, que alcanzaron los 76.776, debido a que las ayudas económicas que se entregaron desde la Administración pública fueron cuantiosas. Un año después no se ha mantenido ese ritmo de creación de empleo fijo, ya que en 2007 se firmaron 104,633 contratos fijos, pero ocurre en un momento en el que la contratación laboral en Hego Euskal Herria alcanzó su cota máxima de los últimos años al llegar a 1.121.729 contratos de trabajo.
La reforma de 2006 también ha ampliado la intervención de las empresas de trabajo temporal (ETT), porque en el último texto que aprobaron el Gobierno español, las patronales y CCOO y UGT determina que «se harán fijos a aquellos trabajadores que durante un período de 30 meses hayan estado veinticuatro de ellos ocupando el mismo puesto».
Para eludir esa posibilidad, las empresas están recurriendo más al empleo de las ETT como así lo están demostrando las estadísticas, ya que en Hego Euskal Herria intermedian el 22,45% del mercado laboral. Hay que tener en cuenta que una amplia mayoría de los contratos por esta vía tienen una duración inferior a quince días. En 2006, las ETT gestionaron 245.407 contratos de trabajo en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa. En 2007, se situarán en niveles similares, aunque todavía no hay datos concretos del cierre definitivo del año pasado por esa vía de contratación laboral. Esta desregulación del mercado de trabajo se produce en un período de quince años en el que los beneficios empresariales han sido muy elevados, por lo que el negocio empresarial se ha visto fortalecido en todos sus extremos. Pero además, los empresarios obtienen con la reforma del mercado de trabajo otros beneficios de la temporalidad, puesto que la diferencia salarial en las empresas vascas entre los asalariados con contratos in definidos y con contratos temporales supera el 43%, según los datos del INE, y se eleva al 50% en el caso de que sea mujer con empleo temporal.
Esa es otra de las razones por las que se mantiene el nivel de temporalidad tan alto. La rotación laboral en el mercado de trabajo es en este momento sinónimo de precariedad, no de estabilidad en el empleo.
Demandas de empleo
Por otro lado, el servicio vasco de empleo Lanbide reconoce que hasta el tercer trimestre de 2007 había inscritos 40.653 demandantes de empleo y se ofertaron 25.261 puestos de trabajo a través de 16.657 ofertas.
Según los datos ofrecidos por ese organismo dependiente del Gobierno de Gasteiz, las cinco ocupaciones que más reclaman las empresas son: entrevistador y encuestador; personal de limpieza, agente comercial, empleado de la Administración en general y peón para la industria metalúrgica.
En este ámbito, la empresa Adecco aseguró que los empleos más buscados en 2008 serán los de responsables comerciales, analistas programadores informáticos, médicos pediatras y controller. Los más cotizados serán los directores industriales.
5,1
Millones de contratos de trabajo se han realizado durante el último quinquenio en Hego Euskal Herria, pero sólo se hicieron fijos de media a uno de cada doce contratos temporales.
4.300
Millones anuales es el coste de la última reforma de trabajo, ya que desde las arcas públicas se bonifica y se reducen las cotizaciones a los empresarios.
43,5%
Los empresarios potencian la contratación precaria, porque un asalariado temporal percibe un salario inferior en un 43,5% sobre quien tiene una plaza fija. Es otra manera de incrementar los beneficios empresariales.
1 de 5
Sólo uno de cada cinco contratos fijos van a parar a jóvenes menores de 25 años. La precariedad laboral entre los jóvenes empleados es muy elevada, supera el 70% en el mercado laboral vasco.
Las empresas llevan quince años con resultados empresariales muy elevados y, a pesar de ello, la Administración pública y los sindicatos CCOO y UGT les apoyan con medidas que continúan con la desregulación laboral.
La Confederación Europea de Sindicatos (CES) respondió ayer al discurso del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, y conminó a ese responsable a «poner término a su cruzada contra los salarios equitativos». El BCE, según denuncia la CES, «sigue utilizando el argumento según el cual los aumentos de precio del petróleo causarán un aumento de sueldos y una espiral inflacionista».
Para la organización sindical, «esa opinión es falsa». Cita dos razones concretas: «porque los salarios por ahora sólo aumentan a un ritmo del 2,6% y la parte de los salarios en la renta total sigue bajando, de modo que un crecimiento más fuerte de las rentas salariales no representa una amenaza inflacionista». La CES, por otro lado, adelanta que el sistema financiero se encuentra «atrapado» en plena tormenta financiera derivada de las hipotecas de alto riesgo y con un tipo de cambio del euro «sobreestimado», «la zona euro necesita un fuerte crecimiento de los salarios para seguir garantizando el crecimiento económico y la creación de empleo».
Reiner Hoffmann, secretario general adjunto de la CES, precisó que «el BCE impugna los convenios colectivos y los salarios equitativos para encubrir el hecho de que su consejo de administración es incapaz de establecer una respuesta política a la valoración del tipo de cambio del euro y a la crisis financiera». El mensaje del BCE fue compartido por el Banco de España. Sin embargo, en el Estado español CCOO y UGT han pactado continuar con la moderación de salarios en 2008.
J. BASTERRA
Las empresas de trabajo temporal también han salido beneficiadas de la reforma porque se las emplea por parte de los empresarios para eludir la normativa que garantiza al trabajador un puesto fijo tras sucesivos contratos en un empleo.
En los últimos veinticuatro años se han sucedido las reformas laborales que sólo han perseguido abaratar el despido, la pérdida de derechos laborales y un incremento de la contratación temporal en los centros de trabajo vascos.
La reforma laboral de 2006 pretendía, entre sus objetivos, garantizar un empleo de calidad y creación de puestos fijos, sin embargo la temporalidad ha aumentado y nunca ha bajado en Hego Euskal Herria del 90% en los últimos quince años.
