Zapatero promete hasta dos millones de puestos de trabajo si es reelegido
A dos meses justos de las elecciones del 9 de marzo, el presidente español. José Luis Rodríguez Zapatero, prometió la creación de hasta dos millones de empleos si es reelegido. Atosigado por los malos datos macroeconómicos, Zapatero emula la promesa de González en 1982.
GARA |
Felipe González llevó al PSOE a su victoria histórica en 1982 con la promesa, entre otras, de crear 800.000 puestos de trabajo.
26 años después, su sucesor al frente de la formación española que se reclama socialdemócrata, José Luis Rodríguez Zapatero, prometió ayer la creación de entre 1.600.000 y dos millones de empleos en la próxima legislatura. Eso si es elegido, claro.
El presidente español reacciona así a las malos datos macroeconómicos que vieron la luz la semana pasada. A un índice de inflación interanual del 4,3% -el mayor desde hace 11 años- hay que sumar un incremento de la cifra de parados en el Estado español. Este escenario se completa con el desplome del sector inmobiliario.
Estas cifras han sido aprovechadas por el candidato presidencial del PP, Mariano Rajoy, para alertar de que «entramos en un período de incertidumbre» y para presentarse como alternativa a Zapatero.
Este último acusó al PP de «alimentar un alarmismo injustificado» que, advirtió, podría «afectar a las perspectivas económicas del país», por lo que apeló al «patriotismo».
Zapatero, que atribuyó los malos datos macroeconómicos a la coyuntura de crisis financiera internacional, insistió en que su previsión de creación de dos millones de puestos de trabajo se basaría en una expectativa de crecimiento de en torno a un 3% en los próximos cuatro años de legislatura.
El PSOE y la cúpula eclesial
Junto a la economía, la arremetida del alto clero católico contra el PSOE está en el centro del debate en los últimos días.
Zapatero y el PSOE protagonizan un contraataque en este comienzo de larga precampaña.
Las cesiones del PSOE a la Iglesia católica en ámbitos como la educación y el incremento hasta el 0,7% de la contribución en el IRPF a esta confesión religiosa no han aplacado a los obispos.