El presidente español deja clara su intención de actuar contra EAE-ANV
El presidente español no precisó el momento ni la fórmula que utilizarán para dejar fuera de la ley a EAE-ANV, pero sus advertencias a esta formación política fueron claras. Dijo Rodríguez Zapatero que las fuerzas policiales han investigado durante meses y que la decisión está en manos de los «operadores jurídicos». A lo que añadió su convencimiento de que «nadie que no respete la ley va a tener la oportunidad de disfrutar del derecho de participación política».
GARA |
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, no respondió a las preguntas en torno al momento y la forma que se utilizará para llegar a la ilegalización de EAE-ANV, pero de sus palabras no se desprenden grandes dudas sobre la decisión de emprender ese proceso. De hecho, reconoció que los cuerpos policiales españoles llevan «meses» investigando la actividad de la formación ekintzale, y que en estos momentos esas actuaciones están ya en el ámbito de lo penal, en manos del juez Garzón, «que reliza una investigación secreta sobre ANV», así como en «lo que podría ser una ilegalización por la vía de la Ley de Partidos, en la Fiscalía General y en la Abogacía del Estado».
A pesar de que remarcó que decidir en torno a esa investigación, que calificó de «exhaustiva», «corresponde a los operadores jurídicos», manifestó también su «profunda convicción de que nadie se va a saltar la ley». Añadió que, «como presidente del Gobierno que tiene una responsabilidad importante en el Estado de Derecho», tiene «la profunda convicción de que nadie que no respete la ley podrá disfrutar de los derechos de participación política que establece la ley». «Tengo -añadió-, esa seguridad y el respeto absoluto de lo que hagan los jueces, Fiscalía, Abogacía y, en su caso, Tribunal Supremo y Tribunal Constitucional».
«No están legitimados»
El secretario general del PSE, Patxi López, también se refirió ayer a la posibilidad de que EAE-ANV sea ilegalizada. Según López, la formación ekintzale carece de legitimidad para actuar en política, porque «quien no rechaza la violencia, sino, al revés, da cobertura o busca respaldo a la violencia, no está legitimado para hacer política. No puede ser que aceptemos que tiene legitimidad, incluso para cambiar una farola de un pueblo, quien es incapaz de rechazar que a su compañero que está sentado en el banco de al lado en un Pleno le asesinen».
Patxi López recordó que su formación se reunió con representantes de la izquierda abertzale «en un momento en el que había una oportunidad histórica para avanzar en la paz». Sin embargo, en su opinión, la izquierda abertzale no aceptó esa «oportunidad histórica, no asumieron su responsabilidad, no cumplieron con su obligación, fueron incapaces de romper, de alguna manera, ese cordón umbilical que le une a la violencia».
Para López, «no puede haber formaciones políticas que sólo sean una tapadera para una banda terrorista», a pesar de lo cual matizó que «no corresponde a los partidos ni al Gobierno» demostrar «los hechos que vinculen directamente a una formación con una organización terrorista», sino a la justicia, «y no en base a lo que uno piensa, sino a los hechos», añadió.
Patxi López cree que el PP habría ilegalizado ya «en base a sospechas, indicios o ganas políticas», pero que el Gobierno de Zapatero actúa «con hechos», porque no se ilegalizan las ideas «sino la connivencia con la violencia».
El presidente del Ejecutivo español aseguró que, de cara al futuro, «no hay ninguna expectativa de diálogo» con ETA. Añadió que la única expectativa que existe «es el fin y toda la fuerza del Estado de Derecho para conseguir ese fin del terror, del horror, de la locura y la sinrazón».
Rodríguez Zapatero calificó su «afán de terminar con el terrorismo» de «noble y obligado», después de una legislatura -la anterior a su llegada a la presidencia del Gobierno- que, dijo, resultó «durísima en víctimas mortales como consecuencia del terrorismo». Un balance que, según explicó, le llevó a «trabajar con todo el empeño por terminar con la violencia o por reducir la violencia terrorista lo máximo posible».
El presidente del Gobierno español también se lamentó de no haber tenido en esa tarea todas las ayudas que «habría sido lógico tener». Una circunstancia que dijo haber olvidado, aunque añadió que considera que «sería deseable que la política antiterrorista vuelva al sitio del que nunca debió salir, el consenso y la no utilización en el debate partidario».
Finalmente, Zapatero dijo que ETA «ha perdido la oportunidad que le dio la democracia», razón por la cual, aseguró que «todo el empeño» puesto en el diálogo se está invirtiendo ahora «en combatir y reducir al máximo la capacidad de ETA».