Fuentes de la central sindical indicaron que la federación del Metal, Construcción y Afines de (MCA) UGT de Euskadi, cuya secretaría general ocupaba Esther Malpartida, presentaba un problema de funcionamiento de orden interno que «venía de tiempo atrás».

Pese a que la dimisión en bloque de la ejecutiva tuvo lugar a finales de diciembre, la noticia trascendió ayer tras ser publicada en un diario editado en Madrid.

La existencia en el seno de la ejecutiva de opiniones discrepantes sobre cuestiones relacionadas con la manera de acometer el trabajo sindical diario, desde las elecciones sindicales hasta otros asuntos, ha motivado que la dirección de la federación opinase que la «mejor» opción era la dimisión, según indicaron fuentes del sindicato.

Ahora deberá ser una gestora, cuya constitución se prevé «en breve», la que asuma las funciones de la comisión ejecutiva y se encargue de desarrollar el proceso pertinente para la convocatoria de un congreso extraordinario en el que se elija a la nueva dirección de la federación metalúrgica. Patxi Sanjuán, secretario de organización de MCA-UGT, presidirá la gestora

Falta de unidad interna

Según el diario «El País», el enfrentamiento entre las secciones de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa forzó a Esther Malpartida a abandonar la secretaría general y reincorporarse a su puesto en la empresa Tubos Reunidos.

Al parecer, la crisis se ha venido larvando desde el congreso que MCA-UGT celebró en marzo de 2006 en Gasteiz y reeligió a Malpartida. Sin embargo, la hasta ahora secretaria general de MCA no logró el apoyo únanime de la federación y Malpartida fue reelegida con el apoyo del 57% de los votos -al acto asistieron los 150 delegados de la federación-, centrados especialmente en los representantes de Bizkaia.

La imposibilidad de lograr un amplio apoyo para dirigir la federación hizo imposible cualquier intento de gobernabilidad de la misma, porque las decisiones de la ejecutiva necesitan el apoyo de las distintas organizaciones comarcales, lo que imposibilitó alcanzar acuerdos.