Recaló como el recambio de garantías ante la marcha de la mayoría de piezas ofensivas, con el aval de ser un hombre goleador en todos los equipos a los que había pertenecido hasta entonces. En el cómputo global -cláusula y ficha-, fue la apuesta económica más importante del club este pasado verano.

Pese a que Osasuna también le ofreció estabilidad -tiene contrato hasta junio de 2011-, algo que hasta entonces no había tenido, Javier Portillo no ha podido, medio año después, devolver con goles toda esa confianza que la escuadra navarra ha depositado en él.

El futbolista es consciente de ello y confía en poder olvidar cuanto antes la segunda mitad de 2007, «porque estoy seguro de que voy a ser un jugador importante para Osasuna y lo voy a demostrar porque no se me ha olvidado meter goles».

De momento, el pobre bagaje oficial que acumula es una única diana anotada ante el Espanyol, que tampoco sirvió de mucho, ya que los periquitos acabaron llevándose los tres puntos de El Sadar. «No he tenido suerte de cara a la portería contraria, dispuse de un par de ocasiones claras y no las metí, los delanteros somos de rachas y confianza», comentó.

En este sentido, el de Aranjuez reconoció que «ha habido un momento de la temporada en el que me ha faltado confianza y nadie lo está pasando tan mal como yo, pero debo centrarme en aprovechar la oportunidad que tenga para hacerme un hueco en el once inicial».

Tras admitir que no ha disfrutado de los minutos que en un principio pensaba que dispondría, Portillo aseguró que le ha perjudicado el cambio de sistema de Ziganda al jugar con un único atacante, «pero hay que respetarlo y ahora me toca esperar mi ocasión». «Hay que seguir trabajando, mirando hacia adelante y salir de esta situación. El jugador bueno se ve cuando en una situación difícil se levanta, el que agacha los brazos y pasa de todo, al final no llega a nada», insistió.

Centrándose en un análisis más colectivo, el atacante señaló que el equipo «está ahora en una buena línea y hay que seguir con ella. El otro día en Murcia no se jugó mal, nos llegaron dos veces y nos hicieron otros tantos goles, y ahí se acabó el partido», comentó.

«Del noveno para abajo todo está muy igualado. Al final si ganamos este próximo domingo estaremos otra vez ahí arriba y volveremos a coger moral. No me cabe ninguna duda de que el equipo va a salir adelante, seguro», concretó. «Ahora lo más importante es que saquemos adelante los dos próximos partidos de casa, sí o sí, no tenemos otra opción. Debemos jugar al doscientos por cien, creando ocasiones y metiendo al público en el partido», agregó.

Dady, tocado

Precisamente la oportunidad que tanto ansía podría llegarle este mismo domingo, ya que el hasta ahora delantero titular, Dady, sufre unas molestias en su cuádriceps izquierdo. El jugador caboverdiano será sometido a primera hora de la mañana de hoy a una resonancia magnética, donde se confirmará o descartará si existe algún tipo de rotura muscular en la cara externa de su muslo izquierdo.

Por su parte, Patxi Puñal, que parecía tenerlo bastante más complicado para jugar contra el Racing, podría recuperarse a tiempo de su esguince en el tobillo. Ambos futbolistas, junto a Vela, que sufre una sobrecarga en los gemelos, apenas estuvieron minutos sobre el césped y entrenaron en el gimnasio.

El que se espera obtenga el alta médica a lo largo de la presente semana es el baztandarra Igotz Garde, que se encuentra totalmente recuperado de su fractura de tobillo y que viene entrenando con normalidad en los últimos días.