«El amor en los tiempos del cólera» Un reencuentro tardío
El Globo de Oro que acaba de ganar Javier Bardem por su colaboración con los hermanos Coen, indirectamente le beneficia en su distribución a esta discutida adaptación anglosajona de la novela de Gabo.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
Los lectores de Gabriel García Márquez no han quedado contentos con la versión cinematográfica que Mike Newell ha hecho de «El amor en los tiempos del cólera», tal y como, por otra parte, cabía esperar. Sin embargo, hay un público que no ha leído el libro, al que sí le ha gustado la película. Esto quiere decir que el productor Scott Steindorff no se equivocó en su insistencia ante el escritor colombiano, quien siempre ha recelado de las traducciones al inglés. Gabo al final cedió, e incluso no ha puesto ningún pero públicamente a esta adaptación anglosajona, obra del oscarizado guionista sudafricano Ronald Harwood.
En primer lugar, hay un claro problema de condensación del material original, porque es imposible resumir visualmente en poco más de dos horas de duración una densa narración literaria, cuyo desarrollo abarca una historia de amor que se prolonga exactamente a lo largo de 51 años, 9 meses y 4 días. Como el propio Newell es el primero en reconocer, habría necesitado el formato de una teleserie de muchos capítulos, al menos para cubrir toda la información. Otra cuestión bien distinta es entrar a juzgar la manera en que son representados los personajes y las situaciones que protagonizan. Es, en efecto, la acumulación de personajes el otro gran escollo prácticamente insalvable, teniendo en cuenta que el autor trataba en el texto original a todos con igual mimo y detalle. Cada lector tiene sus favoritos, así que al verlos interpretados por secundarios surge la decepción. Luego está la peliaguda cuestión del envejecimiento, porque en la pantalla el paso del tiempo se refleja en unos y otros de distinta manera. Para encadenar la etapa juvenil y la madura de Florentino Ariza se ha optado por la combinación de las actuaciones sucesivas de Unax Ugalde y Javier Bardem, mientras que la belleza de su amada Fermina Daza no parece marchitarse nunca, a través de la caracterización de la italiana Giovanna Mezzogiorno, en detrimento de la actriz colombiana Catalina Sandino Moreno.