Atentados mortales contra chíies en Irak y Pakistán en la Ashura
La celebración de la fiesta chií de la Ashura se tiñó de sangre ayer en Baquba (Irak) y Peshawar (Pakistán), debido a sendos atentados de kamikazes que provocaron ocho muertos cada uno. En el discurso que pronunció en Teherán con motivo de esta festividad, el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, alertó de que los pueblos de Oriente Próximo «son como un volcán que hará erupción» ante la política de EEUU e Israel.
GARA |
Ocho personas murieron y otras 20 resultaron heridas en un atentado kamikaze registrado en una mezquita de Peshawar, al noroeste de Pakistán, mientras que otras ocho murieron en otro atentado similar que tuvo lugar en Baquba. Los atentados coincidieron con la celebración de la fiesta de la Ashura, en la que los chiíes conmemoran la muerte del imán Hussein, nieto del profeta Mahoma.
«Ha sido un atentado suicida», afirmó a France Presse el portavoz del Ministerio paquistaní del Interior, Javed Cheema, en relación al atentado de Peshawar, destacando que el «el kamikaze, de unos 15 ó 16 años, se ha hecho explotar justo después de haber traspasado la puerta de acceso a la sala de oración».
Testigos relataron que una persona abrió fuego con un fusil de asalto antes de inmolarse en pleno lugar de culto para los chiíes, cuando albergaba a un centenar de fieles.
Restos humanos y manchas de sangre quedaron dispersos por el techo y las paredes del templo, relató un corresponsal de France Presse. Zapatos, gorros y banderas negras quedaron, a su vez, tirados por el suelo. «La gente estaba escuchando el sermón cuando un hombre comenzó a disparar. Los hombres, las mujeres y los niños comenzaron a huir hacia el interior de la mezquita», relató Waqar Hussein, un superviviente.
Nada más producirse el atentado, los fieles mostraron su cólera gritando y golpeándose el pecho en señal de duelo en el exterior de la mezquita, un edificio que se encuentra en obras y que es frecuentado por los habitantes más pobres de Peshawar.
En la procesión de Baquba
El atentado de Baquba fue muy similar al de Peshawar, aunque con la diferencia de que sucedió en plena calle, al paso de una procesión de penitentes que salía de la mezquita chií de la ciudad. La autoflagelación de los fieles chiíes es uno de los principales actos de la festividad de la Ashura.
Durante el mandato de Saddam Hussein en Irak, los chiíes no podían celebrar esta festividad. En los últimos años se ha convertido en objetivos de atentados sangrientos y de enfrentamientos armados.
En las ciudades santas del chiísmo de Nayyaf y Kerbala, al sur de Irak, se reúnen decenas de miles de fieles. Para esta sábado, se espera que se congreguen dos millones de personas en Kerbala.
El Gobierno iraquí ha prohibido la circulación de vehículos durante tres días tanto en Bagdad como el sur de Irak, así como en la provincia de Diyala.
Críticas a EEUU en Irán
En las conmemoraciones de la Ashura en Irán, país mayoritariamente chií, el presidente Mahmud Ahmadineyad, dijo que «los pueblos de Oriente Medio son como un volcán que está a punto de entrar en erupción contra aquellos que cometen y apoyan las matanzas contra el oprimido pueblo palestino» .
A este respecto, Ahmadineyad denunció la política de EEUU en Oriente Medio, «parcial a favor de Israel», y condenó los ataques y las incursiones israelíes en la franja de Gaza, en unas declaraciones transmitidas ayer por la agencia IRNA.
También calificó de «fracaso» el reciente viaje del presidente de EEUU, George W. Bush, por Oriente Medio, en la que acusó a Irán de «apoyar el terrorismo», en alusión a los grupos palestinos Hamas y Yihad Islámica y al libanés Hizbullah.
El gobernante iraní advirtió de que «los iraníes, seguidores del imán Hussein, no escatimarán ningún esfuerzo que derroten a todas las fuerzas arrogantes», en alusión a EEUU.
La Ashura es una de las principales festividades de los chiíes y conmemora la muerte del imán Hussein, nieto del profeta Mahoma, e impulsor de esta rama del islam, a manos de los omeyas en el año 680 en Kerbala.