El Abierto de Australia batió el récord mundial de asistencia de público a una jornada de un torneo del Grand Slam -diurna y nocturna juntas-, gracias a los 62.885 aficionados que acudieron al complejo de Melbourne Park. Esta cifra rompe el récord anterior de 61.083 durante el Abierto de Estados Unidos, el 1 de setiembre de 2007. En el Abierto de Australia, la marca estaba establecida en 60.669, desde el sábado 2 de enero de 2005.

La asistencia de ayer fue de 43.934 espectadores en la sesión diurna -récord también con relación a esa sesión, con 38.622 en 2007-, y de 18.951 para la nocturna -nuevo récord también, con relación a los 17.728 de 2006-. Durante los cuatro primeros días de esta edición, el Abierto ha registrado un total de 234.501 espectadores, mientras que el pasado año la asistencia total fue de 554.858

Todos estos espectadores fueron testigos de una jornada sin grandes sorpresas en las que Roger Federer volvió a responder sobre la pista a las dudas que se habían creado en cuanto a su estado de forma. El número uno mundial doblegó al francés Fabrice Santoro por un marcador global de 6-1, 6-2 y 6-0 en una hora y veintiún minutos de juego. El suizo fue un rodillo sobre la pista Rod Laver Arena, que se rindió en aplausos ante la mejor raqueta del mundo. Federer tan sólo necesitó de 87 puntos para solventar su compromiso.

Todos los favoritos superaron fácilmente sus dos primeros obstáculos en Melbourne. Los seis primeros cabezas de serie no han perdido ningún set.

El único que tuvo problemas fue el argentino David Nalbandian, décimo preclasificado, puesto en apuros por el australiano Peter Luczak, un adversario poco cotizado, antes de acabar imponiéndose por 4-6, 7-5, 6-4 y 6-1.

Las favoritas estuvieron un poco menos convincentes en el cuadro femenino. No la serbia Ana Ivanovic, que derrotó en dos rápidos sets, 6-0 y 6-3, a la italiana Tathiana Garbin, pero sí sus grandes rivales para alcanzar la final, Svetlana Kuznetsova y Venus Williams.

La estadounidense se vio 5-4 abajo en el primer set con servicio para su rival, la francesa Camille Pin, y 4-2 en el segundo, antes de imponerse por 7-5 y 6-4. La número 2 ganó a la búlgara Pironkova por 7-6 (7/0) y 6-2.