A la que te descuides, viene cualquiera y te hace un traje. Lo decíamos ayer en estas páginas, en un Mundial de balonmano sí hay equipos comparsa, pero en un Campeonato de Europa puedes llevarte un batacazo como te confíes lo más mínimo. Varias selecciones, de las que a priori están llamadas a rondar la medallas, vivieron esta historia en primera persona.

Por lo abultado del marcador, el varapalo más espectacular se lo llevó España, que cayó ante Hungría por un contundente 28-35. Los magiares no son ninguna perita en dulce, pero un compatriota suyo, Viktor Debre -técnico del Arrate- manifestaba antes del choque que su conjunto era «sensiblemente inferior» al español. Ilyes y Nagy comandaron el ataque húngaro -ambos anotaron 7 goles-. No obstante, el máximo anotador fue Rubén Garabaya (8). De entre los vascos, Romero sumó siete dianas y Belaustegi una.

Ambas selecciones comparten grupo C con Alemania y Bielorrusia. Los germanos, vigentes campeones continentales, vencieron con amplitud (34-26) impulsados por su guardameta suplente Bitter, que firmó 10 paradas sobre 18 disparos. La segunda jornada se juega mañana: Alemania-Hungría y España-Bielorrusia.

En el grupo B, las sorpresas se dieron a pares. La primera en el choque entre Rusia y Montenegro. Los balcánicos arrancaron un valioso empate a 25. El extremo izquierdo ruso Kokcharov fue el máximo anotador del encuentro con 8 tantos, 4 de ellos de penalti. Por parte Montenegrina, Muratovic firmó 7 goles.

A renglón seguido se veían las caras Noruega y Dinamarca. Los primeros, anfitriones de este torneo, superaron 27 a 26 a una selección habituada a coleccionar bronces, ello pese al festival ofensivo de Boesen (10 goles). Esta tarde, Noruga-Rusia y Montenegro-Dinamarca.

Marcador apretado

En el grupo D, Francia amarró los puntos, pero no sin sufrir más de lo esperado a una Eslovaquia que partía como «favorita» para ser la eliminada en esta primera fase (32-31). Los centroeuropeos, apoyados en el acierto anotador de Sulc (10) y Pekar (7), plantaron cara a Karabatic y compañía. Por su parte, la resucitada Suecia se merendó a Islandia (24-19). Mañana, Eslovaquia-Islandia y Francia-Suecia.

En el duelo de gallitos del grupo A, Croacia se impuso a Polonia por 32 a 27. Balic, duda hasta última hora, mostró su clase y, en 35 minutos jugados, anotó 7 de sus 9 lanzamientos. Jurasik, 11 goles, fue el estilete de los de Bogdan Wenta.

Eslovenia, con la meta bien guardada por Lapajne (17 de 39) y el acierto anotador de Kavticnik desde los siete metros -10 goles de penalti-, superó a la República Checa (32-25), obligada ahora a una gesta ante croatas o polacos. Hoy, Croacia-República Checa y Polonia-Eslovenia.